Estamos convencidos de que nuestra forma de ver la vida ¡es la forma de ver la vida! Y que quienes  ven las cosas diferentes que nosotros están equivocados, de hecho, tenemos tendencia a rodearnos de personas que piensan exactamente como nosotros, considerando que esas son las únicas “cuerdas y sensatas”  ¿pero estamos acertados con la visión de nuestra vida?

Muchos estamos perdidos en el arte de vivir plenamente. ¿Y quién no lo está? Demasiada gente nos ha estado confundiendo durante demasiados años, presionándonos y convenciéndonos para que hagamos cosas que no nos conviene hacer para tener cosas que no necesitamos tener. Observemos los resultados que estamos cosechando en las diferentes dimensiones de nuestra existencia.

¿Qué vemos? 
Si nuestra vida carece de sentido, reconozcámoslo. No nos engañemos más. Si nos sentimos vacíos, asumámoslo. Dejemos de mirar hacia otro lado. El autoengaño es falta de honestidad. Esta cualidad nos permite reconocer que nuestra vida está hecha un lio porque nosotros nos sentimos así en la vida. A menos que  admitamos que tenemos un problema nos será imposible solucionarlo.

La honestidad puede resultar muy dolorosa al principio. Pero a medio plazo es muy liberadora. Nos permite afrontar la verdad acerca de quiénes somos y de cómo nos relacionamos con nuestro mundo interior.    “¿Quién de nosotros tiene el valor de decirse la verdad así mismo?”

A veces deberíamos armarnos de valor y ser sinceros con uno mismo. Con humildad para poder dormir y descansar bien.... 

He dicho...

Patricio Varsariah.