Si deseas paz, pero estás apegado al drama de la mente, el sufrimiento mental es inevitable. Puedes desear amor, pero si te sientes indigno, el rechazo se repetirá. Tu "yo interior" hará todo lo posible para sabotear el amor que deseas. No es personal. Es energético. Son solo hábitos, rasgos de personalidad, creencias y mentalidad en piloto automático. El universo no te ignora.

Simplemente hace una cosa: reflejarte. No tus deseos ni anhelos. No tu tablero de visión. No las afirmaciones. Refleja quién eres ahora mismo. Puedes desear algo más que nadie. Fíjate metas, visualízalo, esfuérzate más e incluso di las palabras adecuadas. Pero siempre atraerás lo que eres.

La pregunta entonces es: ¿quién eres?

El deseo es una ilusión. Lo que te identificas en tu cabeza manda. Podrías decir: "Quiero tener confianza", pero si tu diálogo interno siempre ha sido "No soy lo suficientemente bueno", construirás tu vida en torno a ello. Y el universo seguirá dándote los mismos patrones, los mismos tipos de personas y las mismas situaciones estancadas.

El universo no es simplemente indiferente a lo que quieres. Se alinea con tu identidad. Es un espejo, no un juez.

Piensa en el universo como un espejo. Si frunces el ceño, te devuelve el ceño. No le grites al espejo por ser negativo. Cambia tu rostro. Lo mismo con tu vida. Si no consigues lo que quieres, analiza lo que irradias. La energía que llevas a lo largo del día. Tu vibra siempre atraerá tu vida. Es la ley del universo.

Una alta autoestima atrae un mejor trato. La calma atrae claridad. Y la claridad de deseo y acción cambia las trayectorias. La indecisión confunde al universo. Si estás atrapado en el mismo círculo, cambia tu energía. Trabaja en tu mentalidad. Limpia tus hábitos. Tu vida se transformará cuando lo hagas. Sé la persona que quieres atraer y observa lo rápido que cambia el espejo. El universo no está en tu contra. Te está esperando.

Adapta la energía que buscas y te encontrará. No puedes obligar al mundo a alinearse con lo que quieres. Primero cambia tu "energía". O tu identidad. Y luego tus acciones. Los resultados que esperas llegarán. Si quieres una mejor relación, sé el tipo de persona que está lista para ella. Practica lo que esperas. Si lo que quieres es libertad financiera, compórtate como alguien que valora y administra el dinero, aunque sea solo un poco ahora mismo. Deja de esperar a que la vida demuestre tu valía. Conviértete en la prueba.

Alinea tus pensamientos, acciones y creencias con quien realmente quieres ser, no solo con lo que quieres tener. Así es como tu vida se pone al día. Si deseas paz interior, pero sigues pasando tiempo en tu cabeza, tu identidad y tu deseo están desincronizados. Vuelve a alinearlos. Siempre detecta la discordancia para hacer lo que debes. Todo es identidad. El universo es solo un espejo. La vida te da más de quién eres, no de lo que pides.

No persigas lo que quieres. Conviértete en el tipo de persona que lo tiene por defecto. El universo se encargará del resto. No obtienes la vida y luego te conviertes en la persona. Te conviertes en la persona y entonces aparece la vida que esperas. Si quieres una vida diferente, sé diferente. Mejora tu forma de pensar, hablar, actuar y hablarte a ti mismo. Eso es alineación. Ahí es cuando el universo empieza a responder.

Deja de enviar señales contradictorias. Confundimos muchísimo la vida. Decimos una cosa, vivimos otra. Pedimos paz, pero seguimos alimentando el drama. Pedimos amor, pero evitamos la vulnerabilidad.

El universo escucha tu energía, no tus deseos. Escucha tus dudas. Tus miedos. Tus creencias. Tus suposiciones. Y las percepciones negativas. Si te sientes estancado, no es que la vida te esté ocultando algo. Es que tu consciencia interior no está en sintonía con lo que dices querer. Atraes lo que ya llevas dentro.

La buena noticia es que puedes adaptarte. Puedes corregir el rumbo. Puedes asumir la responsabilidad. No estás estancado porque deseas lo equivocado. Estás estancado porque tu identidad aún no ha evolucionado para albergarlo. Empieza a alinear tu energía y tus decisiones con la versión de ti que ya tiene lo que quieres. Esa versión no está lejos. Simplemente está enterrada bajo viejos hábitos, miedos e historias que has superado. No necesitas forzar el resultado. Necesitas adaptarte a él.

Una vez que te conviertes en la versión de ti que está alineada, la vida no puede evitar reflejarla. No atraes lo que quieres. Atraes lo que eres. Cambia quién eres y todo lo demás seguirá su curso. El universo solo puede darte lo que exiges con tus acciones. Lo que eres, es tu vida.

Sin una transformación de identidad, no puede haber transformación de tu vida. El universo no te está dando lo que quieres. Te está dando lo que eres. No obtienes lo que quieres. Obtienes lo que eres.

Mi gratitud por dedicar tu tiempo en leer.

Patricio Varsariah.