La vida es como una mujer.
Publicado por Patricio Varsariah el jueves, octubre 15, 2020
Hay gente que me pregunta: "¿Por qué es esta vida tan misteriosa?". No hay un por qué.
Si preguntáramos el por qué y tu pregunta fuera contestada, entonces la vida no será un misterio, Si el por qué puede ser contestado, entonces la vida no es un misterio. La vida es un misterio porque ningún por qué es importante.
La vida es como una mujer, el hombre que dice que comprende a las mujeres está fanfarroneando. El hombre que piensa que las entiende es un ingenuo. El hombre que pretende que las entiende, miente. El hombre que quiere entenderlas, es un iluso. Por otra parte, el hombre que dice que no las entiende, que no cree entenderlas, que no pretende entenderlas, que ni tan sólo desea comprenderlas, ¡él las comprende!". Y así es como también es la vida.
La vida es como una mujer. Trata de entender la vida y te verás envuelto en un lío. Olvídate de entenderla. Sencillamente, vívela y la entenderás. La comprensión no será intelectual, teórica. La comprensión será total. La comprensión no será verbal, sino no verbal. Eso es lo que queremos decir cuando decimos que la vida es un misterio. Puede ser vivida, pero no resuelta. Puedes saber qué es, pero no puedes decir qué es. Ése es el significado de "misterio".
Cuando decimos que la vida es un misterio, estamos diciendo que la vida no es un problema. Un problema puede ser resuelto. Un misterio es eso que no puede ser resuelto. Lleva su indisolubilidad impresa. Y es bueno que la vida no pueda ser resuelta; i no ¿qué harías?
Simplemente piénsalo. Si la vida no fuera un misterio y alguien llegara y te explicara, ¿qué harías? No quedaría nada que hacer más que suicidarse. Incluso eso carecería de sentido. La vida es un misterio. Cuanto más sabes de ella, más bella es. Llega un momento en que, de repente, empiezas a vivirla, empiezas a fluir con ella. Entre tú y la vida evoluciona una relación orgásmica, pero tú no puedes imaginarte cómo es. Ésa es su belleza, ésa es su infinita profundidad. Y es verdad; no hay ni principio ni final. ¿Cómo puede haber un comienzo y un final para la vida?
Un comienzo significaría que algo surgió de la nada y un final significaría que algo que estaba allí desapareció en la nada. Eso sería un misterio aún mayor. Cuando decimos que la vida no tiene principio queremos decir que la vida siempre ha estado ahí. ¿Cómo va a tener un principio? ¿Puedes trazar una línea y decir que desde ese momento la vida empezó, tal como los teólogos cristianos solían decir?
Cuatro mil años antes de Cristo -dicen- la vida empezó un determinado lunes. Evidentemente ha de haber sido por la mañana, pero ¿cómo vas a decir que era un lunes si antes no había un domingo? ¿Y cómo puedes decir que era por la mañana si la noche anterior no existía? Piensa en ello.
No, no puedes trazar una línea divisoria; es una tontería. No es posible trazar una línea porque incluso para trazar una línea se requiere algo. Se necesita algo que ya esté allí; si no, no se puede trazar. Puedes trazar una línea si existen dos cosas, pero si sólo existe una cosa, ¿cómo vas a marcar una línea? La valla alrededor de tu casa es posible porque tienes un vecino. Si no existiera el vecino, si no hubiera nada más allá de la valla, la valla no existiría. Piensa en ello.
Si no hay absolutamente nada más allá de tu valla, tu valla desaparecerá en la nada. ¿Cómo va a poder existir? Se necesita algo más allá de la valla para sostenerla. Si la vida comenzó un determinado lunes, se necesita un domingo que le preceda; si no, el lunes se esfumará, caerá y desparecerá. Y de la misma forma no hay posibilidad alguna de un final.
La vida es vivir. No es una cosa, es un proceso. No hay otra forma de conocer lo que es la vida más que viviendo, estando vivo, fluyendo, discurriendo con ella. Si buscas el significado de la vida en algún dogma, en una determinada filosofía, en una teología, ten por seguro que te perderás lo que es la vida y su significado. La vida no te está esperando en ninguna parte; te está sucediendo. No se encuentra en el futuro como una meta que has de alcanzar; está aquí y ahora, en este mismo momento: en tu respiración, en la circulación de tu sangre, en el latir de tu corazón. Cualesquiera cosas que seas, es tu vida y si te pones a buscar significados en otra parte te la perderás. El hombre ha estado haciendo esto durante siglos. Los conceptos se han vuelto muy importantes, las explicaciones se han vuelto muy importantes y lo real ha sido olvidado por completo. No vemos lo que de hecho ya está aquí, queremos racionalizaciones.
Nadie puede darte el significado de tu vida. Es tu vida y el significado ha de ser también el tuyo. Nadie más que tú puede encontrarlo. Es tu vida y solamente es accesible a ti. Solamente con el vivir te será revelado el misterio. Lo primero que me gustaría decirte es: no lo busques en ninguna otra parte, no lo busques en las escrituras, no lo busques en inteligentes explicaciones; son sólo justificaciones. No explican nada. Simplemente atiborran tu mente vacía sin hacerte consciente de su esencia. Y cuanto más atiborrada está la mente de conocimiento muerto, más torpe y estúpido te vuelves. El conocimiento hace a la gente estúpida, adormece su sensibilidad. Se atiborran de él, cargan con él, refuerzan su ego con él, pero no les aporta luz y no les indica el camino.
No puede hacerlo. La vida ya está burbujeando en tu interior. Solamente puedes contactar con ella allí. El tempo no está en el exterior; tú eres su santuario. Por eso, si quieres saber lo que es la vida lo primero que has de recordar es: nunca la busques en lo exterior, nunca trates de descubrirla en alguien. Su significado no puede ser transferido de este modo. Has de recordar que una vez que sepas qué es la vida, sabrás qué es la muerte. La muerte es parte del mismo proceso. Por lo general creemos que la muerte llega al final, por lo general creemos que la muerte se opone a la vida, por lo general creemos que la muerte es el enemigo, pero la muerte no es el enemigo. Y si consideras a la muerte como el enemigo esto simplemente demuestra que nos has sido capaz de averiguar lo que es la vida. Muerte y vida son dos polaridades de una misma energía, del mismo fenómeno: flujo y reflujo, día y noche, verano e invierno. No están separados, no son opuestos ni contrarios. Son complementarios. La muerte no es el fin de la vida; de hecho, es la culminación de una vida, la cresta de la vida, el clímax, el gran final. Y una vez conoces tu vida y su proceso, entonces comprendes lo que es la muerte. (este tema sobre la muerte es para otro escrito).
Termino diciendo que la vida es, la vida simplemente es, ha sido y será. Es eternidad. Y no empieces a pensar en ello. Si no te la perderás porque todo el tiempo que desperdicias pesando en eso, es pura pérdida. Emplea ese tiempo, emplea ese espacio, emplea esa energía para vivirla.
Saludos.
Patricio Varsariah.