La veracidad sobre quienes prefieren quedarse en casa.
Publicado por Patricio Varsariah el jueves, noviembre 27, 2025
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Todos los que realmente disfrutamos de quedarnos en casa, en lugar de salir, conocemos la primera regla de ser hogareños: no hablar de cuánto disfrutamos siendo hogareños, pero hoy es una excepción.
En los últimos años, la mayoría de los titulares sobre la soledad se han centrado en quienes parecen estar demasiado tiempo solos y experimentan una epidemia de soledad.
Muchas personas en la cultura moderna, especialmente desde la pandemia de COVID, luchan contra la soledad. Pero, ¿qué podemos aprender de cierto subgrupo de personas que aparentemente eligen estar solas y prosperan estando así?
Cómo el tiempo a solas saludable puede ser beneficioso para nosotros.
Aunque los amigos y familiares más extrovertidos y activos podrían preocuparse por la soledad, la timidez o el miedo a salir de casa o a relacionarse con otros, los investigadores están descubriendo que muchas personas hogareñas no presentamos ninguna de estas características.
Otros investigadores han descubierto que las personas que disfrutamos de estar en el hogar también convertirnos en santuarios y lugares seguros nuestra casa, para uno mismos y para quienes conviven en ella. Los investigadores también señalan que no todos los que prefieren quedarse en casa lo hacen porque disfrutan de la soledad o se sienten emocionalmente seguros.
Las personas que prefieren la soledad o su entorno familiar podrían, de hecho, albergar algunos de los hábitos de salud mental más sólidos. Estos hábitos pueden incluir una fuerte autoconciencia, independencia emocional y una marcada inclinación hacia la creatividad.
Una fuerte autoconciencia se define como la capacidad de estar solo con los propios pensamientos y sentimientos y de examinarlos con honestidad y comprensión. Se ha demostrado que este tipo de autoconciencia es un componente del desarrollo de la inteligencia emocional, definida como un conjunto de habilidades que nos ayudan a reconocer, comprender y gestionar nuestras propias emociones, así como a comprender las emociones de los demás.
Además de poseer inteligencia emocional, muchas personas hogareñas también cultivamos la independencia emocional. Esto significa que no dependemos de las garantías externas ni de otras personas de que sus vidas tienen valor. A menudo, creemos de forma natural y profunda en nuestro propio valor como individuos, lo que puede conducir a una mayor estabilidad emocional.
Las personas que escribimos pasando tiempo a solas también podemos afirmar con frecuencia que experimentamos mis ideas e impulsos más creativos durante los momentos de tranquilidad. Experimentar la soledad de forma intencionada suele permitirme "vagar" mentalmente y pensar en mis pensamientos más creativos.
Cómo el tiempo a solas saludable puede ser beneficioso para los demás he aquí mis reflexiones y experiencias:
Cuando se aprende a disfrutar de la soledad saludable no solo es beneficioso para quienes la practicamos. También puede serlo para grupos más grandes.
A veces, todavía existe un estigma asociado al deseo de quedarse en casa en lugar de salir frecuentemente con amigos o familiares. Pero si bien se ha observado que las personas que disfrutamos de la soledad tendemos a tener menos relaciones con los demás, estas suelen ser más fuertes y profundas.
Ese enfoque en el hogar y el entorno privado significa que quienes nos fortalecemos con la soledad también podemos ayudar a otros a aprender a establecer y comunicar límites saludables.
Cualquiera que haya tenido que rechazar cortésmente las invitaciones o expectativas sociales de un amigo o familiar sabe que no es fácil decir que no con amabilidad y gracia. Pero hacerlo es una habilidad que se puede desarrollar. Aprender a defender las propias necesidades puede ser un ejemplo poderoso para los demás de que ellos también deben ser honestos sobre sus preferencias y límites.
Estar solo en casa no es para todos, pero todos podemos aprender de quienes lo practicamos mejor. A veces, otras razones, menos saludables, conspiran para impedirnos salir con otros. A veces podemos sentir ansiedad social, miedo a ser juzgados o sentir que no encajamos.
Otras veces, estar solos en casa puede parecer menos una elección y más una condición impuesta por una sociedad que interactúa cada vez más a través de las pantallas.
Pero tanto si amamos nuestra soledad como si quisiéramos recuperar un estado de equilibrio donde estemos solos lo suficiente, pero no demasiado, todos podemos aprender rasgos positivos de las personas verdaderamente hogareñas.
Esfuérzate por conocerte y apreciarte como persona, busca maneras de dejar fluir tu creatividad y esfuérzate por hacer de cualquier entorno en el que te encuentres un espacio de apoyo y amor. Puede que disfrutes tanto de tu soledad como de tus momentos sociales más de lo que jamás imaginaste.
La sociedad se derrumba no cuando las personas se rebelan, sino cuando dejan de pensar.
¡Gracias por leer!
Patricio Varsariah.
www.patriciovarsariah.com
