Un gran desafío de la vida, especialmente para todos los Políticos : saber lo suficiente para pensar que tienes razón, pero no saber lo suficiente para saber que estás equivocado. Estas palabras les deben recordad el valor del conocimiento y la importancia de comprender el nivel de ignorancia y qué hacer al respecto. También sirve como un recordatorio de que incluso la persona con más conocimientos tiene mucho que aprender y no debe confiar demasiado en sus habilidades. Destaca la necesidad de reconocer nuestras limitaciones y permanecer abiertos al aprendizaje y al crecimiento. Podemos llegar a ser mejores humanos y buenos políticos, cuando comprendan y aprecien la importancia del conocimiento y la humildad.

Las palabras anteriores son tanto una advertencia para aquellos políticos que creen que lo saben todo como un recordatorio de que el conocimiento es un viaje interminable.

Saber lo suficiente para pensar que tenemos razón es un activo valioso, pero también es importante ser conscientes de nuestras propias lagunas de conocimiento. Debemos reconocer cuándo no sabemos lo suficiente para saber que estamos equivocados y estar preparados para actualizar o mejorar nuestro conocimiento. Si quieres ser un verdadero buscador de la verdad, es necesario que al menos una vez en tu vida dudes, en la medida de lo posible, de todas las cosas.

El conocimiento es una herramienta poderosa. Nos da la confianza para tomar decisiones cruciales y apoyarlas. Sin embargo, hay un punto en el que esta confianza puede volverse peligrosa; cuando sabemos lo suficiente para pensar que tenemos razón, pero no lo suficiente para saber que estamos equivocados.

La separación del conocimiento y la ignorancia es un problema común en todos los políticos en muchas áreas de la vida, especialmente en lo que respecta a la experiencia. La mayoría de las veces, las personas se ven tentadas a buscar conocimientos que confirmen sus creencias mientras ignoran la información que las contradice. Esto puede conducir a una falta de comprensión y un exceso de confianza en el propio conocimiento.

Pensar como un político serio implica más que solo reaccionar con una mente abierta. Significa ser activamente de mente abierta. Requiere buscar razones por las que podrían estar equivocados, no razones por las que deben tener razón, y revisar vuestros puntos de vista en función de lo que aprenden. Es esencial cuestionar y desafiar constantemente sus creencias y buscar activamente diversas perspectivas e información para obtener una comprensión más completo y preciso de un tema.

Sobreestimar tu conocimiento es un sesgo cognitivo que puede conducir a muchos resultados negativos, como tomar malas decisiones, perder información importante e incluso perpetuar la información errónea. También puede conducir a la falta de progreso en el desarrollo personal y político. El sesgo se produce porque las personas con baja capacidad carecen de los conocimientos y habilidades necesarios para evaluar con precisión sus capacidades, lo que los lleva a sobrestimar su competencia.

Por eso es importante ser consciente de tu ignorancia y estar dispuesto a escuchar y aprender de aquellos con más experiencia en un campo en particular. Esto es especialmente cierto cuando se trata de asuntos de ciencia, medicina y otros campos en constante evolución. También vale la pena mencionar que existe un efecto opuesto llamado "síndrome del impostor", donde las personas altamente capacitadas y conocedoras subestiman sus habilidades y creen que no son tan competentes como lo son.

He aquí cómo superar el gran desafío de ser un político:

1. Busque perspectivas e información diversas: busque y considere activamente información y opiniones que difieran de las suyas, y esté abierto a la posibilidad de que sus creencias puedan estar equivocadas.
2. Cuestione sus suposiciones y sesgos: reflexione sobre sus creencias y suposiciones y trabaje activamente para identificar y desafiar cualquier prejuicio, sesgo o concepto erróneo. Y esté dispuesto a cambiar de opinión si la evidencia o el razonamiento nuevos y mejorados contradicen sus creencias actuales.
3. Participe en el pensamiento crítico: evalúe cuidadosamente la credibilidad y la relevancia de la información que encuentre, y sea escéptico con la información que confirme las creencias existentes.
4. Busque evidencia que no lo confirme: haga un esfuerzo deliberado para buscar información que contradiga sus creencias y considere cómo esa información podría cambiar su punto de vista sobre el tema.
5. Rodéese de personas que tengan diferentes perspectivas: busque personas con diversos antecedentes, experiencias y perspectivas, y participe activamente con ellas en discusiones y debates.
6. Fomente la crítica constructiva: acepte los desafíos a sus ideas y opiniones, y busque activamente comentarios que lo ayuden a identificar y corregir cualquier sesgo o concepto erróneo.
7. Practica la humildad: reconoce que no lo sabes todo y que siempre hay más que aprender. Esté abierto a nueva información y perspectivas, y esté dispuesto a cambiar de opinión a la luz de nueva evidencia.
8. Da un paso atrás: cuando estés en una situación en la que estés discutiendo un tema con alguien y sientas que te pones a la defensiva o te atrincheras en tu posición, da un paso atrás y trata de entender su perspectiva antes de responder.

Es importante tener en cuenta que superar el sesgo cognitivo es un proceso continuo; superar las deficiencias humanas requiere tiempo y esfuerzo. Y también es importante ser consciente de que no es fácil cambiar las creencias arraigadas, pero se puede lograr con un esfuerzo constante y una mente curiosa. Pero al ser consciente del sesgo y trabajar activamente para contrarrestarlo, es posible mejorar la comprensión y la capacidad de toma de decisiones.

Saludos.

Patricio Varsariah.
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