Haz lo mejor que puedas y acepta todo lo demás Las incertidumbres y los desafíos son las garantías de la vida. Nadie escapa de la realidad de la vida no lineal. Buscar sabiduría y orientación sobre cómo navegar a través de los altibajos de la vida ha sido una búsqueda atemporal.

Una filosofía que ha resistido la prueba del tiempo es la serenidad, que ofrece información valiosa para vivir una vida plena y significativa. En el centro de la serenidad está el concepto de dicotomía de control: la idea de que tenemos control sobre nuestros pensamientos, actitudes y acciones, mientras que todo lo demás está en gran medida más allá de nuestro control.

Esta profunda comprensión forma la base de mi primera frase de este escrito: Haga lo mejor que pueda y acepte todo lo demás. Dentro de nuestro poder están nuestras propias opiniones, objetivos, deseos, disgustos, en resumen, nuestros propios pensamientos y acciones. Fuera de nuestro poder están nuestras características físicas, la clase en la que nacimos, nuestra reputación a los ojos de los demás y honores y oficinas que nos pueden otorgar.

La serenidad proporciona un marco práctico para tratar la adversidad, encontrar la paz interior y cultivar la resiliencia. Trabajando dentro de nuestra esfera de control, somos naturalmente libres, independientes y fuertes. Más allá de esa esfera, somos débiles, limitados y dependientes. Si fijas tus esperanzas en las cosas fuera de tu control, tomando cosas que pertenecen legítimamente a los demás, puedes tropezar, caer, sufrir y culpar tanto a Dios como a los hombres. Pero si enfocas tu atención solo en lo que realmente es tu propia preocupación, y dejas a los demás lo que les preocupa, entonces estarás a cargo de tu vida interior. Nadie podrá dañarlo u obstaculizarlo. 

La esencia de la sabiduría de la serenidad radica en reconocer las limitaciones de la influencia humana. Al hacer todo lo posible, buscas actuar virtuosamente y vivir de acuerdo con la razón, los principios morales y la naturaleza del universo. Reconocer que no puedes controlar los eventos externos, las acciones de los demás o las circunstancias inevitables.

Por lo tanto, en lugar de frustrarte o angustiarte por cosas que no puedes cambiar, aceptas con ecuanimidad y mantienes la paz interior. Nuestro verdadero poder radica en nuestra respuesta a las circunstancias externas en lugar de tratar de controlar esas circunstancias, podemos encontrar tranquilidad interna y mantener nuestro equilibrio en medio de las tormentas de la vida cuando enfocamos nuestra energía en los aspectos de la vida que están bajo nuestro control, como nuestros pensamientos, acciones y actitudes.

La serenidad nos enseña a dirigir nuestros esfuerzos hacia nuestro carácter, valores y opciones, reconociendo que estos son los únicos reinos en los que nuestra agencia realmente reside. Nos alienta a cultivar la sabiduría, la templanza, la justicia y el coraje, virtudes que nos permiten enfrentar la adversidad con la resiliencia y la gracia.

Cuando adoptas la sabiduría de hacer lo mejor que puedes y aceptar todo lo demás, puedes encontrar consuelo ante la adversidad, cultivar la resiliencia en medio de la incertidumbre y vivir en armonía con el orden natural del universo.
 
Libera tu archivo adjunto a todas las cosas fuera de tu control. Este es el camino de la libertad y la felicidad. Si no solo quieres la paz y la satisfacción, sino también el poder y la riqueza, puedes perder el primero en buscar el segundo y perderás tu libertad y felicidad en el camino. Aceptar cosas más allá de nuestra mentalidad de control nos anima a luchar por la excelencia en todo lo que hacemos mientras mantenemos un sentido de paz y serenidad frente a las incertidumbres de la vida.

Al hacer lo mejor que puedas en cada situación, eliges vivir la vida al máximo, sabiendo que tus acciones importan más que cualquier otra cosa. Ya sea en el trabajo, en nuestras relaciones o simplemente en nuestras interacciones cotidianas con los demás, debemos esforzarnos por ser las mejores versiones de nosotros mismos.

Y lo más importante, suelta tu apego a los resultados. En lugar de desperdiciar tu energía tratando de controlar las cosas fuera de tu poder, concéntrate en hacer lo mejor que puedas con lo que tienes en todas las áreas de tu vida.

Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo. Puede ser increíblemente difícil aceptar cosas fuera de nuestro control (acciones, sentimientos, creencias, pensamientos, el paso del tiempo, el pasado y el futuro) de otras personas), especialmente cuando son dolorosas o difíciles. Pero un mejor enfoque para una vida tranquila en un mundo caótico es aprender a cambiar tu mentalidad y encontrar la paz incluso en medio del caos.

Una de las ideas más inspiradoras de la serenidad es su énfasis en la responsabilidad personal. En lugar de culpar a factores externos por vuestros problemas, te aliento a tomar posesión de vuestras vidas y hacer lo mejor que puedan con lo que tienen. Eso significa tomar medidas, incluso cuando te sientes desalentado o abrumado, y aceptar los resultados con gracia y humildad.

Cuando te concentras en hacer tu mejor esfuerzo, puedes sentirte orgulloso de ti mismo, independientemente del resultado. También encontraras que es más probable que tengas éxito a largo plazo cuando abordes los desafíos con esa mentalidad. Es un poderoso antídoto para el estrés y la incertidumbre de la vida moderna. También es una mejor manera de evitar la frustración innecesaria, la decepción y la ira en casi todo lo que haces.

No busques que las cosas sucedan de la manera que quieras; Más bien, desea que lo que suceda sucede como sucede: entonces serás feliz. ¿Así que, por que no intentarlo? ¡Abraza la filosofía de la serenidad de hacer tu mejor esfuerzo y aceptar todo lo demás, y veras cómo puede mejorar tu vida!

Gracias por tu generosidad y la paciencia de leerme, espero que hayas encontrado algo útil y si deseas puedes compartirlo ya que el saber aumenta si se comparte.

Siembra calma… y cosecharás serenidad.

Saludos.

Patricio Varsariah.