La libertad no es solo un estado del ser, sino un proceso.
Publicado por Patricio Varsariah el viernes, enero 27, 2023

La verdadera libertad no se trata solo de ser física o legalmente libre, sino de estar libre de restricciones internas como el miedo, la ansiedad y las creencias limitantes. También es la capacidad de vivir de manera auténtica y en consonancia con tus objetivos sin que te detengan las expectativas sociales o las limitaciones autoimpuestas. Ningún hombre es libre si no es dueño de sí mismo. Debemos tomar el control de nuestras vidas si alguna vez esperamos ser verdaderamente libres.
La libertad no es un privilegio sino un derecho; lograrlo es una meta que vale la pena. Cuando descubras la verdadera libertad, te liberarás de lo mundano y vivirás la vida en tus propios términos.
Muchas personas luchan por alcanzar la libertad. Con demasiada frecuencia, se encuentran definidos por sus circunstancias y se sienten limitados por las expectativas de la sociedad, la familia y los compañeros. Sin embargo, cuando miramos más allá de nuestra situación actual y nos enfocamos en la libertad como una meta valiosa, podemos liberarnos de todas las limitaciones que nos retienen.
La libertad no se trata solo de la capacidad de hacer lo que queremos, cuando queremos, sino también de la capacidad de vivir nuestras vidas según nuestros valores, creencias y objetivos. Todos podemos encontrar nuestros propios caminos únicos hacia la libertad; cuando lo hagamos, encontraremos que la vida es mucho más satisfactoria y significativa.
Estar libre de las limitaciones de la sociedad, nuestras propias dudas personales y las expectativas de los demás es estar verdaderamente liberado y vivir la vida al máximo. La libertad no es solo un estado de ser, sino una forma de vida que nos permite explorar las profundidades de nuestro ser y los límites de nuestro potencial.
Con la libertad viene la responsabilidad y la oportunidad de tomar nuestras propias decisiones, y es esta libertad la que nos permite convertirnos en nosotros mismos. La búsqueda de la libertad es una meta valiosa en la vida, ya que conduce al crecimiento personal y a una mejor comprensión del mundo que nos rodea.
La verdadera libertad proviene de aceptar y comprender las cosas que están bajo nuestro control y las que no. Muchas veces no podemos controlar los eventos externos, pero podemos controlar nuestros pensamientos y reacciones. Al desapegarnos de los acontecimientos externos y centrarnos en nuestro propio estado mental interior, podemos mantener una sensación de paz interior y tranquilidad, independientemente de lo que suceda a nuestro alrededor.
La libertad es el único objetivo digno en la vida. Se gana haciendo caso omiso de las cosas que están fuera de nuestro control. Tenemos control sobre nuestros propios pensamientos, acciones y reacciones, pero no sobre los eventos externos. Ya sea que se trate de una promoción laboral, el mercado de valores o incluso las opiniones de los demás, nuestro enfoque en estos factores externos puede dificultar el mantenimiento de una sensación de control.
Al reconocer las cosas que podemos controlar y centrarnos en ellas, podemos obtener una sensación de libertad y empoderamiento. Si bien puede ser un desafío dejar de lado nuestro apego a las cosas que están fuera de nuestro control, a menudo es necesario para nuestro propio bienestar.
Cuando nos enfocamos en las cosas que están bajo nuestro control, tomamos posesión de nuestras propias vidas y tomamos decisiones conscientes sobre la dirección que queremos que tomen nuestras vidas. Nos permite vivir con propósito e intención en lugar de sentir que fuerzas externas nos están arrastrando.
Cuanto más valoramos las cosas que están fuera de nuestro control, menos control tenemos. Nuestro enfoque debe estar en las cosas que están bajo nuestro control, como nuestra actitud, acciones y mentalidad. Cuando nos enfocamos en las cosas que podemos controlar, podemos aprovechar al máximo nuestras vidas y encontrar paz mental.
Solo hay un camino a la felicidad y es dejar de preocuparse por cosas que están más allá del poder o de nuestra voluntad.
Es importante también, la autoconciencia y la atención plena para lograr la libertad, porque al monitorear y examinar constantemente nuestros pensamientos, emociones y acciones, podremos comprendernos mejor a nosotros mismos y nuestro lugar en el mundo.
Al comprender nuestros valores, emociones y motivaciones, podemos equiparnos mejor para encontrar la libertad y la alegría que provienen de controlar nuestras propias vidas. La verdadera libertad se encuentra en la capacidad de separarse de los eventos externos y concentrarse en el estado mental interno. Ser un maestro de uno mismo es ser capaz de controlar sus reacciones a los eventos externos y ser capaz de mantener una sensación de paz interior y tranquilidad incluso frente a la adversidad.
Ningún hombre es libre si no es dueño de sí mismo. Un hombre debe vivir de tal manera que su felicidad dependa lo menos posible de las cosas externas. Para ser libres, también debemos practicar la aceptación y dejar ir las cosas que están fuera de nuestro control. Dominarte a ti mismo es clave para la libertad personal.
En resumen, la libertad no es solo un estado del ser, sino un proceso, algo por lo que siempre puedes luchar y seguir trabajando. No es un destino sino un viaje que continúas haciendo.
Gracias por tu generosidad y la paciencia de leerme, espero que hayas encontrado algo útil y si deseas puedes compartirlo ya que el saber aumenta si se comparte.
Saludos.
Patricio Varsariah.