La curación emocional requiere trabajo.
Publicado por Patricio Varsariah el domingo, diciembre 22, 2019
El proceso de curación emocional que realmente te hará sentir mejor. Tienes que hacerte preguntas y después de la cantidad de tiempo adecuada, podrás continuar
Después de una experiencia difícil, traumática o profundamente emocional, a menudo nos quedamos con una especie de escombros, un apego al pasado que nos sigue. Nos persiguen las ideas de lo que sucedió o lo que pudo haber sido. El miedo sangra en nuestras vidas presentes y luego avanza hacia el futuro. Nos unimos y nos convertimos en ansiosos caparazones de las personas que sabemos que estamos destinados a ser. Esa sensación de fracaso e insatisfacción solo empeora el dolor.
La curación emocional no es como la curación física. Mientras que la curación física requiere descanso, la curación emocional requiere trabajo. Requiere que nos sumerjamos en la experiencia, obtengamos sabiduría y nos comprometemos a cambiar nuestras vidas.
Si una experiencia emocional nos sigue, debe contener un mensaje que aún no hemos recibido. Cuando no podemos soltar algo, es porque no confiamos en nosotros mismos para no repetir el error. Eso significa que no hemos aprendido, significa que no hemos crecido, y la verdad es que corremos el riesgo de repetir la historia hasta que lo hagamos.
A continuación, intentaré explicarte cómo sanar emocionalmente:
1. Aclara lo que pasó. - Describa la situación en las palabras más simples posibles. Luego, describa cómo se sintió y por qué fue tan molesto para usted. Obtenga un 100% de claridad sobre la realidad. A continuación, ve un poco más profundo. Identifique la raíz del problema, así como su papel en él. ¿Qué estaba bajo tu control aquí? ¿Dónde fallaste en tomar acción? ¿Dónde tomaste la acción incorrecta? ¿Qué influyó en tus acciones?
No analices en exceso, trate de distraer o justifique los hechos. Primero, aclara la realidad de la situación. Debes darte un tiempo y espacios seguros para experimentar la expresión completa e ininterrumpida de lo que siente.
2. Valida tus sentimientos. - Luego, debes reconocer, validar y liberar tus sentimientos. Esto podría significar permitirte llorar, temblar, gritar o escribir un diario sobre el dolor que estás experimentando. Puede significar recordarse que cualquier persona en su situación se sentiría exactamente de la misma manera. O, podría significar sentarse y pensar en lo profundamente decepcionada que estás y permitir que esa emoción pase completamente por usted.
Debes darte un tiempo y espacios seguros para experimentar la expresión completa e ininterrumpida de lo que sientes. Cuando estamos asustados o molestos, tendemos a retrasar nuestra capacidad de sentir para no sentirnos incómodos por mucho tiempo. Lo que no nos damos cuenta es que en realidad no detenemos la sensación, simplemente dejamos que permanezca dentro de nuestros cuerpos. Permítete sentir completamente tus honestas emociones. Esto no solo es esencial para el proceso de lanzamiento, sino que también es importante para descubrir qué debes hacer a continuación.
3. Determinar una corrección de rumbo. -Por último, y lo más importante, debe utilizar la información que ha reunido de los dos pasos anteriores para determinar cómo vas a corregir tu curso de acción en el futuro. Tener claro lo que sucedió te ayuda a comprender cómo responder de manera diferente. Permitirse sentir toda la profundidad de tus sentimientos te permite aprender lo que realmente te importa y lo que deseas crear para ti. Concéntrate en lo opuesto al mal sentimiento. Eso es lo que realmente quieres.
Cuando comprendas lo que se hizo mal o lo que realmente te importa experimentaras en la vida, podrás tomar decisiones sobre cómo comportarse. Puedes elegir lo que haces y lo que no quieres hacer. Tu eres capaz de determinar dónde poner un esfuerzo consciente y dónde relajarse. Este proceso es cómo nos desarrollamos. A veces, lo hacemos de forma natural. Otras veces, necesitamos un poco de ayuda.
La próxima vez que surja un sentimiento abrumador, en lugar de tratar de rechazarlo, sigue el proceso de preguntarte a ti mismo: ¿Por qué estás molesta, ¿qué es lo que realmente quieres y cómo lo harás realidad en el futuro?
Asume la responsabilidad de tu propia felicidad, nunca ponerla en manos de otras personas.
Patricio Varsariah.