La calidad de tu presente es la calidad de tu vida.
Publicado por Patricio Varsariah el sábado, abril 29, 2023

La vida es una serie de momentos discretos. Cada momento es un nuevo comienzo, y tenemos la oportunidad de crear nuestra propia realidad en ese momento. La mayor parte de la vida es memoria. Parpadeas y tu realidad presente se convierte en historia, un evento para recordar como un acontecimiento o episodio de tu pasado.
Todo lo que somos, incluidos nuestros cuerpos físicos, nuestras personalidades y nuestras experiencias, se deriva del pasado; el momento presente es el único momento que verdaderamente existe. Al mismo tiempo, todo lo que pensamos que sucederá en el futuro es solo una proyección.
La vida es todo memoria, excepto por el momento presente que pasa tan rápido que apenas lo captas. El pasado se ha ido y no se puede cambiar. El futuro es incierto y no se puede predecir. Todo lo que tenemos es el momento presente. Este es el único momento que es real.
Todo lo que somos se deriva del pasado. Nuestros pensamientos, sentimientos y acciones están moldeados por nuestras experiencias. Sin embargo, no somos nuestro pasado. Tenemos el poder de elegir cómo reaccionamos a nuestras experiencias pasadas. Podemos elegir dejar que nos definan, o podemos elegir dejarlos ir.
Todo lo que pensamos que sucederá es una proyección sobre un futuro, aún no fijado. Podemos hacer planes y tener metas, pero no podemos saber con seguridad lo que depara el futuro. El futuro cambia constantemente y debemos ser flexibles y adaptables. Podemos elegir vivir en el pasado, el futuro o el momento presente.
El momento presente es el único momento que es real. Es el único momento sobre el que tenemos control. Para crear un futuro mejor, debemos comenzar por vivir en el momento presente, en el aquí y ahora. Encuentra satisfacción momento a momento. Centrémonos en el momento presente y encontrar satisfacción en las experiencias que suceden ahora.
Limitémonos al presente. Eso significa que no debemos detenernos en los errores del pasado o en las incertidumbres futuras, sino abrazar el aquí y el ahora. Esta idea puede parecer simple, pero requiere un cambio de mentalidad que puede afectar profundamente la forma en que experimentamos el mundo que nos rodea. Al abrazar el momento presente y dejar de lado nuestro apego al pasado y al futuro, podemos encontrar paz, claridad y una apreciación más profunda de la belleza de la vida.
El mayor obstáculo para vivir es la expectativa, que depende del mañana y pierde el hoy. Estás organizando lo que está bajo el control de la fortuna y abandonando lo que está en el tuyo. ¿Qué estás mirando? ¿A qué meta te estás esforzando? Todo el futuro está en la incertidumbre: vivamos inmediatamente.
Creo que solo podemos controlar lo que está sucediendo en el momento presente y que preocuparse por cosas que están fuera de nuestro control solo genera estrés y ansiedad innecesarios. Por lo tanto, debemos centrarnos en el momento presente y hacer todo lo posible para vivir el aquí y el ahora.
No significa que debamos ignorar las lecciones del pasado o dejar de planificar para el futuro. En cambio, debemos usar el momento presente para sentar las bases para un futuro mejor. Eso significa establecer metas de acción, trabajar duro, construir mejores relaciones o cultivar habilidades y conocimientos que serán valiosos en el futuro. O hacer planes sin apegarse demasiado a ellos o sin volverse demasiado ansioso por lograrlos.
La calidad de tu presente es la calidad de tu vida. Cuida este momento. Sumérgete en sus detalles.
Responde a esta persona, este desafío, este hecho. Deja las evasivas. Deja de darte problemas innecesarios. Es hora de vivir de verdad; habitar plenamente la situación en la que te encuentras ahora. Cuando aceptamos por completo el momento presente, podemos experimentar una sensación de flujo y conexión que puede mejorar nuestro bienestar y sentido de propósito. Podemos concentrarnos en lo que podemos controlar, como nuestros pensamientos y acciones, y dejar de lado lo que no podemos controlar.
Al limitarnos al presente, podemos reducir el estrés y la ansiedad, aumentar el enfoque y la concentración, y vivir una vida más consciente y plena. Podemos apreciar la belleza y la riqueza del momento presente sin empantanarnos en remordimientos por el pasado o preocupaciones por el futuro.
El presente es todo lo que tenemos para vivir. O para perder.
Al vivir plenamente en el momento presente, también podemos desarrollar un sentido de atención plena y gratitud que nos será muy útil en el futuro. Podemos apreciar las cosas buenas de nuestra vida y ser más resilientes ante los desafíos y contratiempos. Cuando te levantes por la mañana piensa en el privilegio que es estar vivo, pensar, disfrutar, amar….
Vivir el momento presente no siempre es fácil, pero es una habilidad que se puede aprender con la práctica. Cuando salga a caminar, observe las vistas, los sonidos y los olores a su alrededor. Cuando esté comiendo, tómese un momento para saborear el sabor de su comida. Cuando esté hablando con alguien, realmente escuche lo que está diciendo. Cuanto más practiques, más fácil será. Y cuanto más vivas en el momento presente, más feliz y contento serás.
Enfócate en estas prácticas:
• Se más consciente de tus pensamientos y sentimientos. Cuando te des cuenta de que estás pensando en el pasado o en el futuro, devuelve suavemente tu atención al momento presente.
• Concéntrate en tu respiración. Respirar profundamente unas cuantas veces puede ayudar a calmar la mente y el cuerpo y devolverlo al momento presente.
• Se consciente de tu entorno. Presta atención a las imágenes, los sonidos, los olores y las texturas a tu alrededor.
• Pasa más tiempo en la naturaleza. Estar en la naturaleza puede ayudarte a conectarte con el momento presente y apreciar la belleza del mundo que te rodea.
Al vivir conscientemente, estar presente y cultivar un sentido de gratitud y satisfacción con lo que tenemos, podemos llevar una vida más plena y significativa.
Al final gana quien todas las mañanas se levanta para hacer frente a la vida, a pesar de todo los problemas o situaciones. Quien con lágrimas en su alma regala siempre una sonrisa. Quien cree todavía en sueños en un "te quiero “dicho con el alma, en un abrazo sincero, y finalmente: Quien sabe llevar de la mano su propia vida, dándole un sentido…
Saludos.
Patricio Varsariah.