hoy solo quiero agradecerte Patricio...
Publicado por Patricio Varsariah el viernes, mayo 20, 2016

Hoy escribo una carta a mi niño interior Patricio. Hoy sigo sonriendo, respirando, sintiendo los amaneceres y atardeceres, maravillándome de la lluvia que como un inmenso milagro cae de las nubes, de las mismas sobre las que tus propios hijos preguntan de qué están hechas, sintiendo como el viento me acurruca, acaricia y baila entre los pinos danzarines... y en esas ya llevamos muchos años de un viaje conjunto, y hoy, como otro día cualquiera, de esos que decidiste, sin hacer gran cosa, vivir a pulso de intensidad y con fuerza de lobo.... hoy solo quiero agradecerte Patricio, que no cerraras la puerta, mi puerta, la de tu niño interior, la de ese niño que siempre vivirá en tu interior, y que te permite sentir asombro por todo, mirar con ojos llenos de alegría los aconteceres de la vida.
Qué rápido y a la vez con su paso normal, han pasado estos años, y que parece que apenas fuera hace nada en que pasabas por tu infancia y tu adolescencia, esos años que tuvieron mucha oscuridad, de esa que no comprendías pero a la que tampoco permitías que se adueñara de tu camino, de esos pasos en que te plantaste ante una perspectiva que no era el sendero de vida que querías para ti mismo, dónde ya no más querías seguir persiguiendo fantasmas, arañando y suplicando un cuidado emocional que nadie podía, de momento, proporcionarte.... ¿cómo poder entender un hijo y hermano tan sensible y consciente, si esos sentimientos colapsaban el entorno, los estrujaban y asfixiaban? ¿cómo poder ofrecer lo que no se podía experimentar? en medio de aquella revolución emocional e interior, en medio de aquella sombra que casi casi me traga, recuerdo una tarde - noche, como casi todos los acontecimientos interiormente importantes en este camino, en que sentí que cada uno es dueño de su propio camino, y que yo era el dueño de la dirección del mío, y en un instante en que apenas quedaba un soplo de lo que me caracteriza, miré muy dentro.... lo que vi me gustó tan poco que fue suficiente para tomar una decisión... la más importante, seguro, sin dudas, que haya tomado nunca .... "al viento no se le puede amarrar, asir o atrapar"... esto lo dije hace unos meses, y sería lo que mejor resume tu espíritu, Patricio.
Aquel Patricio, infante en cuerpo, tomando decisiones de adulto, moviendo hilos en su propia vida emocional, redirigiendo un asolador camino entre llantos y confusiones, hacia lo que únicamente podía ser y que habían intentando arrebatarme: "qué mayor misterio que el de simplemente sentirse feliz de estar vivo, qué inmenso tesoro el de una sonrisa ante la vida....."
Y aquel niño aún entre llantos y miedos, tenía una ilusión por vivir que podía con todo aquello... apenas comenzaba un camino, arduo al principio, de limpiar telarañas, de conseguir confianza interior, de re-emplazar tanto llanto por risa...quizás sea por eso que ahora río y sonrío tanto, porque del llanto tuve para varias vidas.
Y poco a poco, a base de tesón interior, y de estar juntos, el niño y el adulto, fuimos subiendo montañas y bajando barrancos, hasta quedar en una plácido río, el de la vida que supe que quería, el del camino interior, ese sujeto a bien poco, a estar vivo, a sentir, amar, compartir.
Y nada de todo esto hubiera sido posible sin escuchar a cada paso del camino a mi niño interior. Es un compañero de viaje formidable, lleno de inocencia, empatía, y alegría. El me enseñó a escuchar mis sentimientos, mis emociones, a ver qué significaban... escuchar con los ojos del alma y el sentir del corazón.
De corazón a corazón.