El objetivo de este escrito es que sirva para que las personas que me leen, se den cuenta de que los problemas de la vida son tan grandes o tan pequeños como queramos verlos y si no les damos poder y decidimos centrar nuestra atención en lo positivo que tenemos en lugar de en lo negativo, el problema se esfuma, o se hace muy pequeñito.

Durante mi periodo de enfermedad he tenido mucho tiempo para pensar sobre mi coyuntura, que de vez en cuando ciertas ideas me asaltan en mitad de la noche y que siento el impulso irrefrenable de ponerlas por escrito. “Siempre me imaginé envejeciendo, con el pelo gris y rodeada de la hermosa familia que planeaba tener. Así es la vida. Es frágil, preciosa e impredecible y cada día es un regalo, no un derecho adquirido.

Estoy en la tierra para ser feliz, para vivir sin miedo, de verdad me gusta la vida, porque realmente estoy convencido de que todo en esta vida tiene algo positivo y un sentido, un aprendizaje, evitar un mal mayor, quizás algo que no ocurra hasta después de años, o a lo mejor no lo llegaremos a entender nunca, pero todo en esta preciosa vida tiene algo lindo, a pesar del dolor, de la enfermedad, de la guerra, del hambre, de la maldad.

Lo único que cuenta es el ahora, y ahora estoy vivo, y quiero vivir cada día con alegría y disfrutando, sin pensar demasiado ni en el pasado ni en el futuro. Ya no persigo la utopía de la felicidad perpetua, pero sí esa felicidad a ratitos, que si son lo suficientemente numerosos, y de ser posible diarios, hacen que la vida tenga sentido.

Tener un accidente y estar enfermo es una desgracia, ¿preferiría no tenerlo?. Pero hay cosas que están en tu camino para ti, y si algo he tenido claro desde ese momento es que esto forma parte de mi destino. Y cuando te viene algo así, es mejor no enfadarse con el universo o con la vida y decir, "bueno, pues si es lo que toca, allá vamos, estoy listo!!.

Tengo mucha fe en que voy a pasar esta tormenta y he elegido "callar a esa vocecita del interior que es el miedo". Y si me equivoco y esto puede conmigo, habré sido feliz durante el proceso, en lugar de desperdiciar mi último tiempo de vida estando deprimido. He ganado muchas cosas durante este proceso de enfermedad y recuperación. Ahora soy más consciente de cosas como mi propia fortaleza. Amo mi vida. 

La mayoría de nosotros ignoramos la inviabilidad de una enfermedad de un accidente o de la muerte o, más bien, que no queremos ser conscientes de ello. Tan solo quiero que la gente deje de preocuparse tanto por lo insignificante y trate de recordar que a todos nos puede pasar que el Universo ponga a prueba tu resistencia y tu fe.

He aprendido que cada vez que me quejo de algo insignificante, debo intentar recordar que alguien tendrá un problema de verdad. Debo siempre agradece tener que enfrentarte a dificultades con solución. Está bien reconocer que algo es molesto, pero dejaré de lamentarte de una vez. Una vez haga eso, saldré ahí fuera y respirare una bocanada de aire, mirare al cielo, a los árboles. Es tan hermoso… darme cuenta de lo afortunado que soy de poder respirar.

Ahora bien mi estimado amigo/amiga que me lees, pueda que hoy te hayas quedado atrapado en un atasco o hayas dormido mal. Puede que tu peluquero te haya hecho un estropicio en el pelo, que tus pechos no sean tan grandes como quieras, que tengas celulitis o una panza enorme. Olvídate de todo. Te prometo que no pensarás en nada de eso cuando te encuentres enferma o enfermo o cuando llegue el turno para partir. Todo es tan insignificante que entenderás tu vida como un todo. 

Agradece cada día que no sientas dolor e incluso si estás enferma o enfermo de gripe o te has torcido el tobillo, acepta que es un fastidio, pero agradece que no ponga en peligro tu vida. Escucho muchas veces a la gente quejándose de lo terrible que es su trabajo o incluso el ejercicio. Te digo: sed agradecidos por el mero hecho de poder hacerlo. Parecen cosas triviales… hasta que tu cuerpo no te permite hacer ninguna de ellas”. Por eso, es sumamente importante cuidarlo. Eso sí, sin llegar a obsesionarse: Recuerda que la salud es mucho más que el físico. Quizá así te des cuenta de lo irrelevante que es mostrar un estúpido y perfecto cuerpo en las redes sociales y muy poca o quizá nada de salud.

Desde que caí enfermo he conocido a las personas más generosas y amables. Y he recibido las palabras y el apoyo más afectuoso de mi familia y amigos, y también de mis colegas. He recibido más de lo que podría dar a cambio. Nunca lo olvidaré.

Finalmente permítete darte estos pequeñitos consejos que debemos tener en cuenta a lo largo de nuestra vida:

- Escucha la música, no te limites a oírla.- Habla con tus amigos, olvídate del teléfono.- Viaja, si es lo que quieres hacer. Y no lo hagas si de verdad no te apetece.- Hay que saber decir que no. No te sientas presionada o presionado a hacer lo que otras personas piensan que es una vida satisfactoria. Es posible que desees una vida mediocre y eso está muy bien.- Trabaja para vivir. Parece un tópico, pero es importante recordarlo.- Haz lo que a tu corazón le haga sentirse feliz.- Come tu preferida tarta, sin remordimientos.- Di a tus seres queridos que los amas, siempre que tengas la oportunidad. - Recuerda que si algo te está haciendo sentir mal, tienes la posibilidad de cambiarlo, ya sea en el trabajo, en el amor, lo que sea… Ten las agallas para cambiar. No desperdicies tu tiempo sintiéndote miserable.

Ah, y una última cosa. Si puedes, haz algo bueno por la humanidad y comienza a donar sangre regularmente. Las donaciones ayudan a muchos enfermos a mantenerse con vida un año más, un año del que estarán eternamente agradecidas por haberlo pasado con su familia, amigos y mascota si lo tienen. Un año en el que posiblemente pasara algunos de los mejores momentos de su vida.

Te deseo mucha salud.

Patricio Varsariah.