fluir con la relación...
Publicado por Patricio Varsariah el sábado, diciembre 9, 2017

Vivir en pareja es, sin duda, una tarea de equipo. Se trata de compartir, dar, recibir, compaginar, adaptarse y confiar. Sin embargo, mantener un cierto grado de independencia es vital para mantener una relación saludable. Las personas, en general, tendemos a perder nuestra propia identidad. Somos seres independientes, con objetivos en lo personal y profesional, con buenos amigos, hobbies e intereses… pero cuando comenzamos una relación, empezamos a dejar de lado todas esas cosas que eran importantes para nosotros.
Con asombrosa rapidez, empezamos a ver el mundo a través de los ojos de nuestra pareja, y perdemos nuestra perspectiva y equilibrio. No estamos obligadas a dejar de ser la persona que éramos sólo por tener una relación de pareja. El hombre que comparte la vida con una mujer se enamoró de una mujer, justamente, por la forma de ser de ella.
Si se empieza a cambiar, para adaptarse en todo a él o a ella, estamos perdiendo nuestra personalidad, dejando de ser la mujer o el hombre que tanto se gustaron. Existen algunas mujeres y hombres que acusan a su pareja de “cambiar”, de no prestarles tanta atención como antes, de no escucharles… ¿pero acaso no cambiaron también tanto el hombre como la mujer?
No se acomodaron, y toda nuestra vida empieza a girar en torno a él o a ella, y en vez de convertiros en el hombre o la mujer que todas pueden llegar a ser (independiente, segura, con muchos sueños por cumplir), nuestro único tema de conversación acaba siendo nuestra relación.
¡Seamos conscientes de lo que nos está ocurriendo y pongamos los medios para remediarlo! Darnos cuenta de que hemos cambiado es el primer paso. Nos ayudará a reflexionar y a hacer balance de nuestros pensamientos y acciones. Recapacitemos. Este camino sólo nos llevará a perder las riendas de nuestra vida.
Prueba a sacar un pie del círculo en el que estamos metidos. Te ayudará a ganar perspectiva, a ver tu vida desde fuera, a recordar quién eres y lo que quieres. El mundo está lleno de experiencias maravillosas por vivir, y no todas están relacionadas con tu pareja. Si te limitas a pensar sólo en tu relación, tu vida se volverá monótona y sin darte cuenta, te estarás encarcelando. Hay que ser fiel a uno mismo, y vivir la relación en primera persona.
Prueba a sacar un pie del círculo en el que estamos metidos. Te ayudará a ganar perspectiva, a ver tu vida desde fuera, a recordar quién eres y lo que quieres. El mundo está lleno de experiencias maravillosas por vivir, y no todas están relacionadas con tu pareja. Si te limitas a pensar sólo en tu relación, tu vida se volverá monótona y sin darte cuenta, te estarás encarcelando. Hay que ser fiel a uno mismo, y vivir la relación en primera persona.
Compartir muchos momentos juntos es ideal, pero disfruta también de todo aquello que te gusta hacer sin él o sin ella. Recuerda algo fundamental: si sacrificas lo que realmente es importante para ti a causa de vuestra relación, te llenarás de resentimiento. Aprende a fluir con la relación. Aléjate del control. Céntrate más en ti y en estar siempre contento o contenta, feliz y entretenida o entretenido.
No necesitas saber lo que él o ella hace o piensa en todo momento. La relación no irá mejor por controlarlo todo. Si lo haces, te convertirás en una persona tensa, poco natural, insegura, y te acabarás asfixiándolo todo. Si nacimos libres, y hemos sido bendecidos con grandes alas para llegar hasta el infinito… ¿por qué elegimos vivir enjaulados o enjauladas? Vuela alto y vuela libre.
Patricio Varsariah.