Hoy 29 de Agosto es el primer día de mi nuevo año. (muy menudo lo llaman día de cumpleaños)

Hoy como cada nuevo año nuevo de mi vida, es el perfecto día para hacer una pausa contemplarme a sí mismo sin la fruición cotidiana, examinar solo examinar el pasado año,  rubro por rubro etapa por etapa baldosa por baldosa y no llorarse las mentiras sino cantarse las verdades.

No me siento más viejo,tampoco más sabio,ni más lindo... pero contento por comenzar un nuevo año. En el viaje de la vida, en ocasiones las paradas merecen la pena y en otras pasas de largo como si nada. A menudo reflexiono sobre diversos temas, pero cuando se trata de agregar un año más a mi vida, hago un alto y reflexiono sobre los logros, fracasos, alegrías y tristezas vividas, tomo conciencia de quien soy, no importa lo afortunado o desafortunado que sea.

Este año que se fue,y ha dejado marcado mi corazón de una infinita tristeza por la partida del ser que me dio la vida. Es imposible desprenderse de un ser tan maravilloso, como mi Madre, sin duda me hace mucha falta, pero trato de entender que su rol en este mundo se ha terminado y que debía incorporarse a la vida eterna. 

Tengo algunas aspiraciones para este mi nuevo año, pero nada grandioso sólo algunos sueños por realizar. Intentaré ser lo más feliz posible, no perder jamás la curiosidad y no desaprovechar el tiempo. 

A mis amigos que me leen, les agradezco el estar ahí y hacerme el camino más dulce.

Siempre he pensado que el único día especial que realmente tiene una persona es el de comenzar un nuevo año, porque ni Noche Buena, ni Navidad, ni fin de año, ni día de reyes… esos días son de fiesta pero no tienen nada de especial porque son de todo el mundo. 

Trato de pasar este día lo mejor posible, aunque muchas veces no hago nada especial, en ocasiones hasta se les olvida a algunos pero no a mí. En los últimos años hay tres personas además de mí a quienes no se les olvida y siempre me sorprenden con las cosas que inventan para que lo pase mejor.

Les confesaré que quisiera esconderme todo el día hasta que pase, no sé por qué pero la verdad es que me vuelvo inseguro y nervioso por una extraña razón que no logro comprender, en ocasiones me quedo hasta sin palabras. Y no es que me falte imaginación y picardía (a veces creo que me sobra) quizás es que debo ser más desinhibido.

Tal vez lo que debo hacer es respirar profundo y mostrarme ante todos como realmente soy sin importarme a quien le guste o no, si total cuando me muestro frío, altanero y cínico no me importa lo que diga o piense la gente. Ustedes saben la dualidad que vive en mí porque se los he dicho y sólo me conocen realmente las personas más allegadas a mí o mejor dicho las que yo dejo llegar.

Siento una profunda gratitud hacia la vida porque estoy consciente de que he sido mimado por ella en muchos los aspectos, con excepción en el amor que muchas veces me ha faltado, y el amor que recibo de la gente que quiero es como un pozo sin fondo de lealtad y confianza, de ternura y de generosidad.

A veces me siento cansado y un poco perdido, soy consciente de que he iniciado una nueva etapa en mi vida, que mi viaje interior y mis pasos han ido tomando un nuevo rumbo. Uno que yo no he trazado conscientemente, que no he decidido en ningún momento marcarme, pero siento que la vida me empuja y me empuja hacia un nuevo horizonte y lo hace obligándome a dar un giro rotundo en mi camino.

Tengo ante mi una nueva senda abierta que no sé adonde me conduce, que jamás habría elegido tomar y por la que me estoy adentrando casi sin querer, con piernas temblorosas y pasos inseguros. Siempre he sido un rebelde, pero es hora de establecer una alianza pacífica conmigo mismo y caminar despacito mientras curo mis propias heridas en silencio.

Al sumar un año más a mi existencia, también le sumo madurez, experiencia, crecimiento, cada año pienso disfrutar más la vida. Hay que reír en los momentos buenos, llorar en las penas, seguir soñando, de eso se trata la vida. 

La mayoría de los triunfos que uno alcanza eran inicialmente sueños y los fracasos de ellos hay que aprender todo lo posible para no cometer los mismos errores. Aunque a veces inevitablemente tropezamos dos veces con la misma piedra como dice una canción.

Hoy, cuando finalice el día quedara en el pasado, les aseguro (y los que me conocen sabrán de qué hablo) que he aprendido en todos los entornos, en el amistoso, en el laboral, en el amor, en salud… en todos he tenido sustos lo suficientemente grandes como para aprender de errores que espero no volver a cometer. Me noto muy diferente, muy cambiado, no sé si mejor pues eso lo tienen que valorar los que me rodean. Pero en lo particular creo que me gusto más.

He podido realizar proyectos pendientes desde hace tiempo, he compartido con personas muy especiales y con buenos amigos, y bueno, muchas cosas que tampoco me voy a poner a contar aquí para que no se aburran. 

A pesar de todos los contratiempos de mi salud, soy feliz con lo que tengo. Aunque a esta edad uno empieza a plantearse la vida de otra forma, he cumplido con lo que me toca con respecto a la sociedad. Voy a marcarme nuevos objetivos este nuevo año que comienzo a partir de hoy. 

En nuestro andar por la vida es cierto que siempre caminamos en soledad porque por muchas manos que nos tiendan, somos nosotros mismos quienes decidimos mover nuestros pies o decidimos pararnos. Pero aunque esa es una verdad que, en el fondo, todos conocemos, hoy más que nunca la experimento en mi interior con un punto de angustia. 

Sin discusión alguna la vida es un viaje que iniciamos y acabamos en completa soledad porque la gente que amas, hoy está pero mañana tal vez ya no, como tantas otras cosas que hoy tenemos y mañana tal vez las hayamos perdido. Por eso, ante todo, tenemos que amarnos a nosotros mismos, reconciliarnos con nosotros mismos, creer en nosotros mismos y ser fieles a nosotros mismos, porque en la realidad, somos nuestros auténticos compañeros de viaje.

Por cierto con mi nuevo año comienza a dejarnos el muy apreciado verano(que conste que los demás también tienen su encanto), pero estos meses son meses de promesas, de sueños, de tardes que se prolongan, de noches que se disfrutan, me encantan las tardes de agosto, las noches de junio, y aunque me no me sofoca el calor de julio y agosto son meses donde me siento libre y los disfruto al máximo no sé por qué, si es el verano, el mar el sol, no sé explicarlo pero realmente para mí son los meses más gratos, espero que todo el mundo los disfrute mucho y espero yo también disfrutarlos mucho como siempre.

Es cierto que cuando den las doce campanadas seré un año más “viejo” y se los entrecomillo porque no soy viejo ni me siento viejo que es lo más importante. Uno envejece en realidad cuando se cierra a las nuevas ideas y se vuelve radical, cuando lo nuevo asusta, cuando se vuelve intransigente y no consigue dialogar, cuando piensa demasiado en sí mismo y se olvida de los demás, cuando tiene oportunidad de amar y se pone a pensar en si vale la pena o no (¡por Dios! el amor siempre vale la pena), cuando permite que el cansancio y el desaliento habiten en su alma y se lamenta todo el tiempo, en fin, uno envejece cuando deja de luchar y amar...

Quiero agradecerles a todos a los que tengo a mi lado día a día y a los que también están junto a mí a través de la pantalla por todo el apoyo recibido, ya que como saben éste año ha sido muy importante y a la vez crítico para mí, y sin ustedes no hubiera conseguido seguir adelante. 

Un fuerte abrazo y un gran beso.

Los quiero. 

Patricio Varsariah.