Esta es una contestación a la persona que me escribió diciéndole que había perdido la fe en la humanidad.

Yo creo que un escritor o en mi caso un aprendiz de escritor, tenemos la responsabilidad de ser todo lo bueno en nuestro arte que pudiera y no interpretar la vida solamente, sino darle forma y que también tenemos el deber de dar esperanza a los demás. Por este motivo, esta es mi respuesta mi querida amiga:

Estimada amiga :

Mientras exista un hombre honesto, mientras haya una mujer compasiva, la posibilidad de contagio seguirá viva y el panorama no será desolador. En los malos tiempos, nos queda la esperanza. Me levantaré el lunes por la mañana y daré cuerda al reloj, como una contribución al orden y a la constancia.

Los marineros tienen una expresión sobre el tiempo, dicen: el tiempo es un gran engañador. Supongo que lo mismo puede decirse de nuestra sociedad humana. Las cosas pueden parecer oscuras, pero de pronto aparece una abertura entre las nubes y todo cambia, a veces repentinamente.

Es bastante obvio que la raza humana ha convertido la vida en este planeta en un gran caos. Pero, como pueblo, probablemente guardamos semillas de bondad que han sido almacenadas durante mucho tiempo, esperando a brotar cuando se den las condiciones adecuadas.

La curiosidad del hombre, su persistencia, su inventiva y su habilidad han acabado provocándole serios problemas. Sólo cabe esperar que esos mismos rasgos le permitirán encontrar el camino para salir de ellos.

Aférrese a su sombrero. Aférrese a su esperanza. Y dé cuerda al reloj, pues mañana será otro día.

Atentamente,

Patricio Varsariah.