Ese sufrimiento «tan inútil como prolongado».
Publicado por Patricio Varsariah el sábado, diciembre 7, 2019
Sufrir inútilmente es uno de los peores ejercicios que podemos hacer con nosotros mismos. No se trata de que «nos permitamos todo», en absoluto, sino de que cultivemos hábitos sanos y saludables. Y no tiene nada de sano ni saludable que, al cabo de los años, nos estemos machacando con algo que, por muchas vueltas que le demos, no podemos conseguir que no hubiera ocurrido.
Yo, que me conozco bien, no me considero nada excepcional, aunque es verdad que en general me encuentro muy a gusto con mi vida; me siento, por el contrario, muy dada por la falta de felicidad que veo en la mayoría de las personas. Bien, ¡pues de eso se trata!
Con mis mensajes del dia a dia, intento ayudar, en la medida de lo posible, a ver la vida con más realismo, con más ánimo, con más ilusión, con el convencimiento de que podemos controlar nuestra propia vida y que merece la pena vivirla…; y lo podemos hacer sin pedir ningún cambio milagroso a nuestro alrededor. Y digo esto, porque estoy absolutamente convencido de que la felicidad depende de nosotros mismos, no de nuestras circunstancias.
Por supuesto, a veces las circunstancias que nos rodean hacen difícil, muy difícil, que nos encontremos bien, pero si hemos conseguido un buen control de nuestros pensamientos lograremos ser dueños de nuestras emociones, y esas circunstancias podemos verlas como oportunidades para desarrollar nuevas habilidades y recursos, que nos facilitarán el control de nuestras vidas.
Lo crucial no es lo que «nos pasa», sino lo que pensamos en cada momento. El pensamiento es previo a la emoción, y ese pensamiento es el que nos hace sentirnos bien o mal. Este hecho explica cómo las personas que han vivido o presenciado un mismo hecho experimentan emociones muy diferentes ante el mismo:unas pueden sentirse desgraciadas, otras afortunadas, otras indiferentes…
Mis mensajes llevan la intencion intentar aprender a conocer y descubrir nuestros pensamientos, para controlarlos después, para ponerlos a nuestro servicio, para que sean nuestros aliados, no nuestros enemigos; de esta forma conseguiremos controlar nuestras vidas, al margen y por encima de las circunstancias, hechos o acontecimientos que en esos momentos estemos viviendo
La verdad es que muchas personas, a pesar de los años que ya llevan a sus espaldas, se siguen sintiendo prisioneras de «sus nervios», de «su forma de ser», de «su manera de actuar», «de ver la vida»… No hay nada que justifique ese encadenamiento, ese sufrimiento «tan inútil como prolongado». Vamos a tratar de aprender cómo controlar nuestra vida y, para ello, descubriremos cómo encaminarnos mejor hacia la ilusión y no hacia el sufrimiento.
Podemos sentirnos bien, aunque la realidad que vivamos sea difícil Los dichos populares suelen encerrar la mayoría de las veces, aunque no siempre, grandes realidades. Es el caso del conocido refrán «Todo depende del cristal con que se mire». No nos estamos refiriendo a situaciones límites, ya he comentado con anterioridad, puesto que es imposible pretender que una persona se encuentre bien cuando acaba de vivir un hecho catastrófico (muerte de un ser querido o similar). Me refiero a ese cúmulo de situaciones, que se dan con mucha frecuencia, y que hacen que la realidad sea «difícil».
Si analizamos nuestra experiencia, seguro que hemos conseguido sentirnos bien, al menos en algunas ocasiones, en que nuestra realidad era difícil. El ser humano, por principio, se siente más feliz cuando consigue una meta difícil que cuando logra algo rápidamente y sin dificultad.
Saludos.
Patricio Varsariah