Encontrar de nuevo tu sendero…
Publicado por Patricio Varsariah el miércoles, enero 27, 2016

Te quiero, te he querido y te querré”…cuanta veces he escuchado esto a lo largo de mi vida….”es que no puedo vivir sin él /ella…es que es mi vida”…..” Ya no soy nadie, se ha ido, me ha dejado”…..”qué hago ahora”…..”Lo era todo para mí”….Dependencia emocional. Me apetece compartir con vosotros lo que pienso al respecto:
El ser humano es emocional desde el momento de su nacimiento. Durante nueve meses vivimos en un estado de felicidad completa en el vientre de nuestra madre: nos alimentan, miman, nos dan calor, nutren, aportan sales y nuestros tejidos, músculos, órganos, van creciendo…Un día, cuando nuestro cuerpo está completado, alguien que no somos nosotros decide que debemos salir de ese estado de nirvana….Unas sutiles manos nos sacan de la bolsa amniótica y nos llevan a la luz…¿Qué es lo primero que hacemos? Llorar, expresar una emoción. Esa primera emoción nos lleva a la vida y salva de la muerte, porque el llanto oxigena los pulmones dejando de respirar por el cordón umbilical, y además esa emoción segrega una hormona llamada catecolamina, a la que bautizamos como la sustancia del enfado…Miedo a lo desconocido. Lo segundo que aprendemos en la vida es que necesitamos a los demás para sobrevivir: necesitamos a mamá para que nos de el pecho, necesitamos que nos vistan, que nos protejan, que nos acaricien…Y con el llanto controlamos nuestras emociones. Nuestra segunda lección es que dependemos para subsistir. Y todo esto ocurre en un minuto y miedo desde que llegamos a la vida….Me pregunto…Si el ser humano evoluciona psicológicamente hacia la madurez…Porqué seguimos toda la vida aferrados al miedo y a la dependencia….será el vestigio de nuestro niño interior.
Podemos cambiar este camino, cambio de rumbo, sólo debemos encontrar el equilibrio interno para queremos lo suficiente como para protegernos. Tú eres tu guía interna, tu fiel guardián, tu amigo mas valorado. Tu has vencido numerosas batallas, enfermedades, carencias, duelos, adversidades y has salido victorioso/a…¿Porqué ahora no haces lo mismo con tu felicidad?. No renuncies a quererte, a valorarte, a madurar en soledad…Miedo a encontrarte contigo mismo….como cuando eras un bebé…Muchas personas han dejado de creer en ellos, en valorarse desde lo que son, no lo que tienen.. Muchos han renunciado a ser ellos mismos, nunca se ha tomado un café solo o han ido solo al cine, a dar un paseo en compañía de sus pensamientos. La soledad bien avenida, la ausencia de los demás por el reencuentro contigo mismo: Nacemos y morimos solos, en un acto de humildad sin precedentes….El amor con apego puede convertirse en dependencia.
Cuando en una relación de pareja o amistad entregamos y damos generosamente todo nuestra energía, estamos regalando TODO nuestro ser… A veces nos quedamos vacíos…. y nos ponemos a mendigar el amor….”Quiéreme un poquito”…”Oiga por favor…me da su cariño”…”…estoy solito, compadécete de mí”….Y nos vamos a mendigar a la puerta de nuestra alcoba, a las charlas entre compañeros de trabajo a ver si alguno me da su afecto, a las tertulias de amigos donde seguro que alguien se acerca a mí, si no, ya me encargaré yo de hacerlo, a una discoteca….Da igual. Buscamos que nos surtan de energía porque la nuestra la hemos entregado,…Llegamos a ser tan ilusos que creemos que somos un apéndice de la otra persona, que no somos nadie sin ella…. ¿En qué momento te abandonaste, dejaste de ser tu para ser la otra persona a imagen de él/ella?
No culpabilices…Responsabilízate de tus acciones….Nadie te obligó a entregar con tanto altruismo tu vida….Lo bueno…que es muy fácil recuperarla…Crea tu proyecto personal, recupera poco a poco tu energía…Sólo con que te pares cinco minutos de tu vida al día a pensar en lo que eres…El progreso es mágico…Vas volviendo a recuperar tu energía, a encontrar de nuevo tu sendero…Sin ataduras, sin dependencias….El amor es un proyecto en el que personas establecen vínculos afectivos…Pero no defectivos…Amar no es un cheque en blanco….Amar no es la antesala de dejar de “ser yo”….Quiérete tanto que siempre guardes para ti un trozo del pastel…guarda calorías emociónales para momentos de carestía.
Y si en este camino, en el encuentro con tu sendero hay cambio de rumbo, cruza tu camino de baldosas amarillas con los zapatos limpios, con el alma abierta a lo que te depare tu vida. Desde tu “aquí y ahora” podrás escalar montañas, cruzar océanos, ver puestas de sol en cualquier remoto lugar..Acompáñate, merece la pena el viaje de tu razón a tu emoción… Abre los ojos a tu corazón …