En el otoño de mi vida..
Publicado por Patricio Varsariah el miércoles, agosto 23, 2017

Hoy quiero escribir sobre mi alma otoñal que se encuentran en el crepúsculo de una etapa donde entender el amor, ya no como una conquista o una invasión, sino como una conexión basada en la alegría, la ternura y la complicidad. Son relaciones (habitualmente) honestas que dan paso a una etapa maravillosa.
A menudo suele decirse aquello de que el verdadero amor nos espera en la madurez. Sin embargo, cabe decir que no es del todo cierto. En ocasiones tendemos caer en el error de querer establecer comparaciones continuas sobre todas nuestras experiencias vitales, cuando la realidad es un poco más simple. Existir es al fin y al cabo saber apreciar todo aquello que acontece en cada etapa, agradecer cada vivencia de juventud, con sus aciertos y sus errores y disfrutar a su vez de cada regalo que nos ofrece la madurez.
El significado de el amor maduro, a mi modo de pensar es la unión a condición de preservar, preservar la propia integridad y también la individualidad del otro. Cada ciclo nos permite recibir todo aquello que nos llega de un modo particular. Cuando era joven apenas podía filtro alguno y me abrazaba con inmensas ganas e infinita energía a todo lo que me encontraba en nuestro camino. Era como una intensa tormenta de verano. Más tarde, uno se va volviendo más selectivo, más cauto, en mi persona queda aún el perfume de esos estíos intensos pero prefiero ya brisas más tibias, de esas que huelen a calma, a tardes luminosas y playas tranquilas.
Los amores a mi edad (madura) no renuncia ni mucho menos a la jovialidad o a la inocencia, pero lo que no deseo ya es caer en antiguos errores. Se de sobra que las parejas no son medias naranjas, sino más bien “naranjas y manzanas”, personas que llevamos a cuestas experiencias diversas y a veces muy distintas. Almas con su propia individualidad que desean por qué no, darle una nueva oportunidad al amor… Ahora bien, no faltan las voces críticas de algunos que dicen: seguro que es simple interés económico. Solo buscan apagar la soledad, dicen otros. Es un capricho, se atreve a decir uno por lo bajo, seguro que en unos meses vuelven a sus cosas, a sus libros, a sus escritos, a su trabajo etc...…
Sin embargo, no me me importan demasiado todas esas críticas y esa opiniones. No estoy ya para esas cosas, las arrugas y las cicatrices, aunque empañen un poco mi piel, revisten de fortaleza el corazón y la voluntad. Lo que voy a hacer lo llevo a cabo con conocimiento de causa. No soy niño, la madurez no confiere ingenuidad, sino sabiduría de la buena. Además, mis mochilas emocionales y experienciales guardan infinitas vivencias como para hacer de una decisión un simple arrebato, un mero capricho.
Sin embargo, no me me importan demasiado todas esas críticas y esa opiniones. No estoy ya para esas cosas, las arrugas y las cicatrices, aunque empañen un poco mi piel, revisten de fortaleza el corazón y la voluntad. Lo que voy a hacer lo llevo a cabo con conocimiento de causa. No soy niño, la madurez no confiere ingenuidad, sino sabiduría de la buena. Además, mis mochilas emocionales y experienciales guardan infinitas vivencias como para hacer de una decisión un simple arrebato, un mero capricho.
Ese amor otoñal, más allá de lo que piensen otros y de todas esas miradas que observan pero que no ven, no se de egoísmo ni necesito demostrar nada a los demás. Porque nada es artificial en ellos, mis pensamientos, mis propósitos y mis caricias son tan sinceras que es la luz de la verdad la que me ilumina, es un sentimiento tan completo, que me llena la cabeza, las manos y el corazón.
Por otro lado, hay un dato que seguramente alguno de Ustedes ya saben. Gran parte de la población más joven tiene asociada la clásica idea de que la madurez o esa etapa más otoñal de nuestro ciclo vital es sinónimo de pasividad y resignación. Es como si el amor o la pasión tuviera fecha de caducidad, como si fuera territorio vetado para quien pinta canas, para quien deja atrás más vida de la que tiene por delante, yo estoy convencido que el amor joven vive del entusiasmo, el maduro de la armonía. Es un error, de hecho, si hay algo que nos está enseñando la psicología positiva es que la curva de la felicidad alcanza su pico más elevado en esta etapa. Un momento donde el amor se vive de una forma mucho más clara, más limpia.
El amor en la edad madura confiere un reposo más que satisfactorio a la persona. No es un fuego que quema la piel, sino un río que me lleva en un paseo de descubrimientos en pareja, ahí donde seguir creciendo, experimentando y alimentando un nuevo tipo de felicidad. Porque más allá de lo que algunos escépticos puedan creer, es en esta etapa donde por término medio, se experimenta un mayor bienestar psicológico, por que en realidad, la percepción del bienestar y la satisfacción personal se vive con mayor intensidad en la infancia y en la edad madura. La felicidad representada a lo largo de nuestro ciclo vital tendría por tanto forma “U”, alcanzando un primer pico en la niñez y un segundo llegando la cincuentena.
Tengo muy claro y quizá Ustedes también que cumplir años no es sinónimo de ganar en madurez psicológica. El equilibrio emocional tampoco es algo normativo, sin embargo, una buena parte de la población que entra en el otoño de sus vidas lo hace con una integridad excepcional y con una actitud maravillosa.
Como tantos de Ustedes yo soy una persona que no se limitan a acumular años, sino a alimentar las ganas y las ilusiones. Somos hombres y mujeres que nos hemos conquistado a sí mismos, que tenemos carisma y esa alquimia donde combinar la sabiduría con la esperanza, la serenidad con la pasión y el deseo con la humildad, por que los amores en la edad madura quizás no sean tan efusivos como el primer amor de adolescencia, pero son sin duda mucho más fructíferos, más satisfactorios.
Amor y tranquilidad los años pasan y al final los momentos vividos y las manos vacías pero indiscutiblemente amor y tranquilidad....
Amor y tranquilidad los años pasan y al final los momentos vividos y las manos vacías pero indiscutiblemente amor y tranquilidad....