el sentido de mi vida
Publicado por Patricio Varsariah el martes, enero 10, 2017

Aun cuando te estés esforzando por sobrevivir, irremediablemente te estarás acercando a tu muerte. Al igual que cuando te encuentres esperando la muerte, no te quedará mas remedio que sobrevivir un rato mas. La contradicción es total y la conclusión inequívoca. No somos nadie.
Hemos de ser omniscientes de esta situación que se nos da y tratar sin demora de hacerle frente. No hay nada mas penoso que acercarte a tu muerte sin ilusión, y a mi parecer la única manera de acabar la vida ilusionado es habiendo vivido con gusto. ¡Ojo! Vivido, que no sobrevivido.
El gusto de haber cumplido en La Tierra , el gusto de haber disfrutado de todo cuanto quisiste disfrutar y haber logrado todos tus hitos propuestos durante tu vida profesional. La ilusión de saber que no dejas nada aquí atrás y de que estás perfectamente mentalizado para lo que venga después de morir.
Como se suele decir, nunca hemos de perder el horizonte. Somos polvo de estrellas, tan brillantes como efímeros. Hemos de deshacer el tabú sobre la muerte y no temerla, sino respetarla en todo su esplendor. Esto nos ayudará a mantenernos humildes pero lanzados a sacarle todo el jugo a esta experiencia. También a tomar las elecciones adecuadas teniendo muy en cuenta que en muchas ocasiones, no hay vuelta de hoja.
Por último, tan importante como darse cuenta de la importancia del día a día es comprender que no hemos de dejarnos embaucar por lo que aparentemente parece estar contra nosotros. Hoy en día no faltan continuas lamentaciones sobre el estado de la economía actual, pero que las cosas vayan mal nunca es motivo suficiente como para ir de un lado a otro con cara de perro. Que en este momento el mundo vaya para atrás, de ninguna manera es excusa para no intentar progresar en nuestra vida con una sonrisa de oreja a oreja. De otra manera, aun habiendo personas que realmente deseen hacerte feliz, serás desdichado eternamente, ya que únicamente se trata de una decisión personal tuya el ser o no feliz en esta vida.
Volví a sentir unas inmensas ganas de vivir cuando descubrí que el sentido de mi vida era el que yo le quisiera.