El misterio de la vida.
Publicado por Patricio Varsariah el lunes, junio 8, 2020
Hay una mente más allá del cerebro que a veces llamamos nuestra "conciencia" o nuestro "espíritu". Desde la perspectiva de las ciencias duras no existe. Pero hay algunas pistas de que sí existe. Sin embargo, lo que sabemos es mucho más una cuestión de experiencia personal. A lo que a veces nos referimos como intuición, epifanías y revelaciones.
Incluso lo que experimentamos como mundo físico o material es en realidad no físico y no material a nivel cuántico. Lo que consideramos "materia" en realidad solo es así según la percepción del observador. Todo lo demás existe como lo que los físicos llaman "ondas de probabilidad". O, como yo pienso que, todo lo que llamamos real está hecho de cosas que no pueden considerarse reales.
Los neurocientíficos han desarrollado métodos para detectar e incluso, en cierta medida, observar el pensamiento y la actividad emocional en el cerebro e incluso pueden influir en ciertos pensamientos y comportamientos. Pero no han podido explicar cómo también puede funcionar a la inversa: cómo una persona puede influir en su propio cerebro y controlar sus pensamientos. De ahí la "mente más allá del cerebro".
Y ese es el gran misterio de la vida. Que nosotros y todo lo que experimentamos está más allá de lo que parece ser. Que no somos solo nuestro ADN. Que tenemos una existencia superior. Es nuestra conexión con lo que llamamos Dios.
Pero no necesitamos entender completamente este misterio. Lo más importante es que lo aceptemos como es. Si tus preguntas sobre la naturaleza de la realidad te causan mucho estrés, déjalas ir por un tiempo. Todo lo que necesite saber le llegará cuando sea el momento adecuado.
La ciencia nos dice mucho sobre cómo son las cosas, pero hace poco o nada para decirnos por qué son las cosas. Y el estudio de la metafísica, tan interesante como es, es periférico al arte de vivir en el ahora y encontrar la paz entre los desafíos de la vida cotidiana.
La vida está llena de preguntas difíciles. Algunos de los cuales podemos responder, otros no. No debemos evitar enfrentar estas preguntas, pero después de un tiempo está bien dejarlos ir, hacer las paces con ellas. En algún momento tenemos que seguir viviendo la vida que tenemos frente a nosotros cada día y dejar que algunos de los misterios sigan siendo misterios.
Es importante contemplar los misterios de la vida, pero no dejes que te haga infeliz. Si te está haciendo infeliz, probablemente lo estés pensando demasiado. Déjalo pasar un rato y concéntrate en lo que ya sabes y entiendes.
Podemos atormentarnos con preguntas para las que probablemente nunca encontraremos respuestas o podemos dejarlas ir y encontrar una razón para apreciar estar vivo en el momento. Una cosa que sí sabemos es que la vida es frágil y corta y todo lo que realmente tenemos seguro es este momento.
Finalmente te cuento una historia que leí hace mucho tiempo y es que un hombre le pidió a la Madre Teresa que rezara para que tuviera mayor claridad porque para él la claridad es lo último a lo que se aferra y quiere dejarlo ir. Cuando él dijo que ella parecía tener la claridad que él quería, ella se río y dijo: "Nunca he tenido claridad, lo que siempre he tenido es confianza". Así que rezaré para que confíes en Dios ".
Saludos.
Patricio Varsariah.