Desperté otra vez con el mundo disecado en su órbita muerta y me subí condenado a otro día perdido tan solo mi corazón rebelde como siempre y ajeno a toda lógica orquestaba en mi pecho con latidos desquiciados una canción de esperanza.

Los políticos crueles tiranos verdugos de sentimientos destruyen vidas inocentes con ojos pintados de sangre y lengua atronadora sin conciencia sin remordimientos pero en el otoño de sus vidas cuando hasta la voz les falle ejercerán de pez asfixiado en lecho de río seco anhelando caricias en sus escamas odiadas implorando una lluvia piadosa que jamás llegará al desierto de sus corazones.

Sin tregua para mis oídos exhaustos de confesor con los labios cosidos y drogado de paciencia escuché tantas mentiras brotar de gargantas ciegas ocultando sin éxito su desolación perpetúa que ya me cansé de abortar inútiles planes de fuga de bajar el telón a obras surrealistas de asesinar sus patrañas segregadas para sobrevivir 

Por eso hoy me callo y disfrazado de payaso brindo entusiasmado por los del vaso medio lleno aunque no vean ni el vaso por los protagonistas del cuento de la lechera por los del mundo rosa autistas del tercer mundo por los invencibles amos de castillos en el aire por todos ellos me muerdo la lengua entierro lo que pienso y huyo rápido del teatro.

El soldado no solo mata también llora a escondidas su propia muerte que risueña le espera en mitad de cualquier camino y mientras tanto exorciza su arma con grasa de animal muerto suplicando perdón en voz baja por todos sus cadáveres a padres e hijos a mujeres y madres a amigos y vecinos aullando en silencio para no ser fusilado contra los auténticos vencedores de todas las guerras los de siempre los que celebran en paz sus repugnantes inversiones de putrefactos beneficios a precio de sangre humana a precio de sangre de pobre a precio de sangre del pueblo.

El miedo nos traicionó premeditado e impasible dejándonos aturdidos en el desierto del caos y ahora que gritan las alarmas que gimen las sirenas ahora ya nada el miedo nos robó a traición la alegría de la boca y nuestro corazón de fiesta mientras reflexionábamos y ahora que solo tenemos las manos heladas y las cuencas vacías ahora ya nada caminaremos nuestra vida mendigando engañados un milagro imposible y obteniendo con suerte un surtido de espejismos que nos helarán el alma con sus cielos de cartón y las estrellas de madera. El miedo primero traiciona a uno, y el miedo que siente ese uno, trae inseguridad al otro.que termina sintiendo aun mas miedo que el primero. el miedo "aturde".