el golpe del desamor...
Publicado por Patricio Varsariah el miércoles, octubre 4, 2017

Quiero dar contestación a la amiga que me ha escrito diciéndome que no sabe como superar el golpe del desamor.
Querida amiga de mi web,estás en una situación extremadamente dolorosa; de hecho el dolor es parte de nuestro proceso natural de recuperación tras cualquier golpe de los que recibimos en la vida, hay que asumirlo. Te va a tocar atravesar caminos muy duros hasta salir de este lugar, y cerrar los ojos caminando a ciegas mientras sueñas con lo irreal no es la manera más rápida ni más sana de superarlo.
Enterrar el dolor no es positivo: tienes que pasar el trago, digerirlo, ser consciente de lo que está ocurriendo en realidad y de lo que te espera, asumir completamente dónde estás para tener la seguridad de encontrar el mejor camino para salir de ahí y recuperarte.
Mentirse haciendo como que la pena no existe sólo te conducirá a frustrarte y tener secuelas que te afecten en el futuro; lo primero es perder el miedo a sufrir, aceptar que no hay otra opción y empezar a avanzar en la dirección correcta.Si has sido dejada y estás muy mal lo primero que tienes que tener claro es que, si crees que hasta ahora has sufrido mucho, seguramente eso no ha sido nada comparado con lo que te espera. No hay reglas fijas, no hay plazos fijos, no hay manera de saber cuánto te queda.
Te vas a hundir aún más, te rendirás una y otra vez, por cada pequeño paso adelante habrá varios hacia atrás; y nadie te garantiza que vuelvas a encontrar a alguien, nadie puede ver el futuro para saber si lo que te espera será mejor, nadie tiene ni idea de lo que te quedará por dentro cuando sigas con tu vida. Prepárate porque éste es un trabajo interior que tendrás que hacer sólo tú, por mucho que traten de ayudarte quienes tienes alrededor.
Te vas a hundir aún más, te rendirás una y otra vez, por cada pequeño paso adelante habrá varios hacia atrás; y nadie te garantiza que vuelvas a encontrar a alguien, nadie puede ver el futuro para saber si lo que te espera será mejor, nadie tiene ni idea de lo que te quedará por dentro cuando sigas con tu vida. Prepárate porque éste es un trabajo interior que tendrás que hacer sólo tú, por mucho que traten de ayudarte quienes tienes alrededor.
Esto que ahora te está pasando es una enfermedad. El desamor es algo devastador, nadie está a salvo de sufrir este mal e incluso si lo superas una vez no hay vacunas, ni ninguna garantía de que no lo vuelvas a pasar de nuevo. Le puede ocurrir a cualquiera en cualquier momento, no importa lo sólida que sea su relación o lo remota que parezca esa posibilidad; lo único que se puede hacer al respecto es disfrutar de lo que tienes, entregarte y dar lo mejor de ti, vivir sin miedo, y si te ocurre hacer lo que tienes que hacer para curarte y seguir tu camino.Porque la buena noticia es que tiene cura.
Se puede salir de esto, completamente; se puede ser absolutamente feliz de nuevo, se puede volver a amar con locura, se puede incluso ser más libre una vez eres consciente de que ya lo has superado una vez y ya no tienes miedo a que te ocurra de nuevo, se pueden aprender lecciones muy valiosas para controlar la situación en el futuro y evitar en lo posible repetir errores. Tienes que tomártelo en serio, seguir la "terapia", aplicarte y tener disciplina, pero todo depende única y exclusivamente de ti. La responsabilidad de lo que te pase a partir de ahora es solamente tuya.
Antes de empezar el proceso de curación tienes que aferrarte todo lo posible a dos primeras reglas. Somos humanos, no máquinas, y con toda seguridad las romperás muchas veces; pero en esos momentos tú mismo sabrás que no estás haciendo lo correcto, y tendrás que hacer un esfuerzo extra —que, mejor que lo sepas ya, será muy difícil— para recuperarlas lo antes posible.
La primera regla es la más importante y deberás recordarla constantemente: no mires atrás. Tu pareja ya no es tu pareja: te ha dejado, métete en la cabeza que es el pasado. No es lo que tú quieres, desearías que nada de esto hubiera ocurrido, pero es lo que hay. Tu objetivo inicial no es volver a recuperarla, sino curarte y rehacer tu vida; y una vez seas una persona sana, dueña de sí misma y capaz de seguir adelante sin depender de nadie, ya veremos cuáles son tus posibilidades y qué quieres hacer con tu futuro. Hablaremos de ello después, por el momento hazte a la idea de que en tu historia personal hay una etapa que se ha terminado y todo lo que sea anclarte en ella es un lastre que te impide avanzar para empezar cuanto antes a disfrutar la nueva que comienza. Es natural tener la tentación de mirar atrás, pero recuerda esto: "atrás" no es el camino que lleva hacia adelante.
Y la segunda regla, relacionada con la anterior: no confíes en ti mismo. Me refiero a lo que sientes, a lo que piensas, a tus percepciones. El desamor distorsiona lo que crees que es la realidad, y cuando rompas la primera regla y te asalten pensamientos de "qué perfecta era mi pareja, cuánto la necesito" tienes que cortar como sea esa influencia negativa diciéndote "esto no es real, mi necesidad me hace distorsionar los hechos". Pero no se trata sólo de los momentos en que no puedas evitar aferrarte al pasado: mientras estés aún en el proceso de curación habrá otras situaciones, por ejemplo cuando conozcas a alguien nuevo y quizá trates de agarrarte a él aun cuando en otras circunstancias no te interesaría, en las que tendrás que hacer un esfuerzo de frialdad para distinguir entre lo que es una decisión realmente buena y una solución más o menos desesperada para tapar tus carencias de manera artificial.
Todo esto es fácil de decir, pero mantener la disciplina en un caso así es muy duro. Es como pedir a un drogadicto que no pruebe la droga que su cuerpo y su mente le piden a gritos, cuando además la tiene a mano y lo más fácil es rendirse a ella en cualquier momento... Cuando sólo quieres pensar en esa persona y todo lo demás te estorba, cuando necesitas cariño y autoestima y te aparece una posibilidad de satisfacer ese ansia aunque sea algo inmediato y a largo plazo sea una mala decisión, pedirte que ignores tu naturaleza es como pedirle a un náufrago sediento que no beba agua salada del mar.
Te será muy difícil, caerás y te rendirás, nos ha pasado a todos, pero tienes que cortar lo antes posible lo que sabes que es malo para ti y en cuanto puedas volver al camino correcto.
Cada día será un poquito menos difícil, pero el avance será tan lento que te parecerá que no te mueves; y los días malos en que hayas retrocedido pensarás que todo esto no sirve para nada. Pero en tu interior sabrás que sí, no hay otra manera; date tiempo, el camino está y llegará ese momento en que te veas a ti mismo y por fin digas "aún no se ha acabado, pero ya no estoy como estaba".
Bien,te he hablado de lo que ha ocurrido y de lo que sientes, de cómo ves las cosas; es el momento de hablar de lo que está pasando en realidad.
Vivimos buscando cariño. Que nos quieran, que nos respeten, que nos aprueben, que nos consideren, que les gustemos, que nos acepten, que nos den ese complemento exterior a nuestra propia consideración personal. Incluso muchos de los que se esfuerzan en transmitir una imagen de ir contracorriente, de insistir en que ellos no necesitan a nadie, quizá hasta de buscar el rechazo una y otra vez, lo que están haciendo es reconocer que no están seguros de sí mismos como para admitir que pueden entrar en esa búsqueda y no encontrar el cariño de los demás; es menos duro dar la lucha por perdida por no querer luchar que intentarlo y fracasar.
Así que el amor de quienes nos rodean, en cualquiera de sus formas, y nuestra autoafirmación personal están hasta cierto punto relacionados; es como si nos dejáramos "convencer" por los demás sobre cómo somos, cambiando la imagen que tenemos de nosotros mismos según tengamos más o menos éxito entre ellos. No es lo mismo sufrir una pérdida amorosa cuando tenemos gran reconocimiento profesional, nuestros amigos y familia nos valoran muy alto y nos necesitan, somos reconocidos y admirados, que cuando en general no tenemos muchas abundantes fuentes de cariño fuera de nuestra pareja. Y tampoco es lo mismo que nos dejen por razones ajenas a nosotros (la muerte, dificultades sociales, problemas ajenos a la relación) a que nos cambien por alguien "mejor", que nos reconozcan simplemente que han dejado de querernos, que nos hagan sentir que no somos suficiente.
Porque necesitamos sentirnos suficiente, y no nos basta con nuestro propio concepto personal; cuanto menos fuerte sea la idea que tenemos de nosotros mismos más daño nos hará ese mensaje-No existe nadie igual- viniendo de alguien a quien damos importancia. Necesitamos amor, y si de repente se nos cierra la principal fuente que nos proveía hasta ahora nuestroinstinto inmediato es buscarlo en ese lugar que es de donde lo hemos estado obteniendo; cuanto menos importantes en nuestra vida sean las otras fuentes, tanto las internas como las externas, más sufriremos y más buscaremos inconscientemente ésa que ahora se ha secado.
Lo que ocurre cuando somos dejados es lógico: nos obsesionamos con nuestra expareja, la idealizamos, la echamos de menos, no queremos pasar un segundo sin ella, no nos interesa nada más e incluso nos molesta cualquier otro asunto en el que pensar, de repente ha pasado de alguien a quien queríamos, en muchos casos con quien teníamos una relación "bien" sin más, a convertirse en el más perfecto, irrepetible, maravilloso, imprescindible ser del Universo.
Ahora te viene a tu mente la idea de que no hay nadie como esa persona, nunca encontraremos a nadie como ella, ya nada será igual. La respuesta a esta idealización, que nos parecería ridícula si no fuera porque la padecemos, está en las dos reglas de antes: para empezar asume que tus percepciones te están engañando por la situación en que estás y no te creas lo que piensas y sientes, y además de todas formas aunque tu ex sea un dios perfecto ahora mismo es el pasado. Ayer disfrutaste de su iluminación divina, pero hoy ya no está a tu alcance mortal; concéntrate en ti mismo, recupera tu vida y aprovecha lo mejor que hay en tu mundo a partir de ahora.
Saludos.
Saludos.