El futuro da miedo, especialmente ahora.
Publicado por Patricio Varsariah el jueves, mayo 29, 2025

Tienes todo el derecho a temerle al futuro. Estos son tiempos peligrosamente inciertos. No eres paranoico. Estás prestando atención. La política obstaculiza el progreso. La imprevisibilidad está en su punto más alto. Es una pena que la división ideológica esté volviendo a poner el mundo patas arriba. El miedo por nuestro futuro es real. Y está en todas partes.
Sigo preguntándome si me estoy quedando atrás. Si tendré suficiente, seré suficiente, haré lo suficiente. Estas no son preocupaciones aleatorias. Son realidades cotidianas para la mayoría de nosotros. Sentimos que nuestras vidas están a merced de las influencias políticas a gran escala.
Nuestras vidas no nos pertenecen. Estamos ligados a los demás, pasados y presentes, y con cada crimen y cada acto de bondad, damos vida a nuestro futuro. Pero el miedo no significa fracaso. Significa conciencia. Temes al futuro porque te importa. Ves lo que está en juego. El miedo puede significar responsabilidad. Y elegir la acción en lugar de la impotencia. Las personas que sobreviven no son "las más inteligentes, sino las más receptivas al cambio".
¿Y ahora qué? ¿Qué haces realmente con el miedo al futuro?
Lo enfrentas de frente. Lo mencionas. Sé específico. ¿Tienes miedo de perder tu trabajo? ¿De no ganar lo suficiente? ¿De estar solo? Dilo. Escríbelo. Nómbralo para controlarlo. Cuando sepas exactamente qué podría interponerse en tu camino, puedes empezar a contraatacar. Y controla lo que puedas. Enumera tus miedos. Luego, enumera lo que puedes controlar. La segunda lista es tu plan de acción. Ese es tu enfoque. Olvídate de los planes a cinco años. Ahora mismo, la claridad significa acertar con tu próximo paso.
No puedes evitar que la economía se desplome. Pero puedes aprender a presupuestar. Puedes crear un trabajo extra. Puedes crear una red de contactos. No puedes evitar que la Inteligencia Artificial cambie tu antigua normalidad. Pero puedes adelantarte. Aprende lo que no cambia: la influencia humana. Lo que haces tan bien que nadie te lo puede arrebatar. Eso es convertir el miedo en poder. No con ilusiones. Sino con acción. La acción es el antídoto contra la desesperación.
El futuro a veces dolerá. Perderás cosas. Los planes se frustrarán. La gente te decepcionará. Dudarás de ti mismo. Así es la vida. Pero la clave es esta: no te detengas. He aprendido más del dolor que de la comodidad. Más del fracaso que del éxito. Así que, cuando las cosas se desmoronen, no te obsesiones con lo que no funciona.
La clave en cualquier ámbito, desde las finanzas hasta las carreras profesionales y las relaciones, es ser capaz de sobrevivir a los problemas a corto plazo para poder aguantar lo suficiente y disfrutar del crecimiento a largo plazo.
Deja de hacerte preguntas como “¿Por qué a mí?”. ¿Qué me está enseñando la incertidumbre? Concéntrate en la moraleja. El miedo es una señal. No una señal de stop. El miedo solo se vuelve peligroso cuando te detiene. ¿Pero bien usado? Se convierte en combustible. Puedes temer al futuro, pero no dejes que te impida hacer lo que debes hacer por tu futuro. El miedo te mantiene alerta. Te impulsa a prepararte, adaptarte y mantenerte inteligente. Eso es supervivencia.
Ahora mismo, tienes dos opciones: congelarte o adaptarte. He visto a gente estancada, esperando a que todo "vuelva a la normalidad". Pero ahora no hay normalidad. Solo lo que viene. Quizás estés replanteándote tu carrera. Pero no sabes qué es seguro. Temes perder años. Bien. Deja que ese miedo te impulse a hacer lo que debes hacer. Habla con la gente. Desarrolla habilidades que nadie pueda arrebatarte.
Duplica tus habilidades. Cuanto más puedas hacer bajo tus propios términos, menos miedo tendrás. Invierte en habilidades atemporales, no solo en títulos. Controla las entradas. Las noticias son adictivas, pero la mayoría no te ayudan. Ahorra agresivamente. Espera lo mejor, pero asume lo peor. Si dependes de un sueldo, busca un trabajo extra. La especialización está muerta a menos que seas irremplazable (casi nadie lo es). El futuro recompensa la adaptabilidad. ¿Sabes escribir? Aprende a vender. ¿Sabes programar? Estudia marketing. ¿Sabes comerciar? Domina la negociación. Desarrolla tu sentido de propiedad: habilidades, fuentes de ingresos.
Cuanto más poseas, menos dependerás de lo que no perdura. Si antes dependías de una economía estable, ten activos que resistan el paso del tiempo. Nadie se arrepiente de tener opciones. Puedes temer al futuro. Respétalo. Pero no dejes que te paralice. Deja que transforme tu percepción de una buena vida. Deja que te haga más inteligente, más adaptable, más vital. El futuro puede ser peligroso. Pero aún puedes pensar, planificar y elegir. Prepárate como si fuera a empeorar.
Espera como si fuera a mejorar. Actúa como si todo dependiera de ti. No estás indefenso. No estás solo. Todos tienen miedo. La mayoría simplemente no lo dice en voz alta. Pero estás aquí. Estás leyendo esto. Lo estás intentando. Así que acepta el miedo. No lo niegues. No lo entierres. Llévalo contigo. Úsalo para mantenerte despierto, consciente y vivo. El futuro da miedo. Especialmente ahora.
El miedo es natural. La parálisis es opcional. El futuro no se disculpará por ser difícil. Enfréntalo con claridad, acción y pragmatismo tenaz. Nunca dejes que el futuro te perturbe. Lo enfrentarás, si es necesario, con las mismas armas de la razón que hoy te protegen del presente.
El miedo te mantiene alerta, pero no te mantendrá vivo a largo plazo. Necesitas un plan implacable y flexible. Porque a la incertidumbre no le importan tus esperanzas. Céntrate en lo que funciona, no en lo que debería funcionar. Invierte en la preparación, no en la predicción.
Mi gratitud por dedicar tu tiempo en leer, que tengas un día maravilloso.
Patricio Varsariah.