El fracaso es algo que haces, no algo que eres.
Publicado por Patricio Varsariah el viernes, agosto 22, 2025

Fracasar no es una sentencia de muerte. Deja de decir que fracasas. He cometido errores en el trabajo. He fracasado. Mi relación es un desastre. He fracasado. ¿No fui al gimnasio durante tres semanas seguidas? He fracasado. Perdí un trabajo, un rechazo, y de repente estamos recitando nuestro panegírico: “Bueno, ya está. Soy un fracaso”. No, no lo eres. La gente fracasa. Pero la vida debe continuar después de los reveses. Pero algunas personas combinan esos pequeños desvíos en una gran conclusión: “Estoy fracasando”.
No, no lo has hecho. Tienes tiempo para enmendar las cosas. El fracaso es algo que haces, no algo que eres. Esa es la primera mentira que debemos desmontar. La idea de que fallar en un área define toda tu existencia. No es así. Separa la acción del actor. No fallaste por incompetencia. Fallaste porque ese intento no funcionó. Inténtalo de nuevo, o inténtalo de otra manera.
Fallas en las cosas. Eventos específicos y aislados. Un proyecto. Un plan. Una conversación que desearías haber manejado mejor. Eso es todo. No fallaste en la vida. Fracasaste en la entrevista. Tu trabajo extra fracasó. Tu relación terminó mal. Fallaste en las cosas. No en la vida.
Aprovecha la lección, deshazte de la vergüenza. ¿Qué te enseñó? Deja de preguntarte: ¿Por qué soy tan mala o tan malo? La vida no es una gran prueba que apruebas o suspendes. Es una serie de eventos a los que respondes. A veces ganas. A veces te equivocas. Pero esas son solo experiencias, no veredictos. Sí, algunas pueden cambiar tu vida para peor. Pero eres más sabio hoy que ayer.
Fallar en algo es retroalimentación. Son datos. Es la prueba de que intentaste algo más allá de tu zona de confort. ¿Fracasaste en la presentación? Aprendiste lo que se siente no estar preparado. Y nunca volverás a hacerlo. Los fracasos no te definen. Simplemente te enseñan más rápido que el éxito. Pero ahí es donde la gente queda atrapada. Amontonan fracasos en sus cabezas. Luego se quedan mirando la pila hasta que se sienten aplastados. Una ruptura se convierte en "Soy mala o malo para las relaciones". Un mal trimestre se convierte en "Soy mala o malo para el dinero". Las historias que nos contamos son más peligrosas que los hechos reales. Aléjate.
Ve la situación desde arriba. Y reflexiona sobre el ciclo de intentos, errores y ocasionales momentos brillantes de la vida. La idea de que unos pocos errores significan que estás "fracasando en la vida" es como decir que eres malo comiendo porque una vez te atragantaste con una uva. Es absurdo. Pero en tu cabeza, se siente real. Separa la cosa de ti mismo. No fallaste. El intento fracasó. Gran diferencia. Extrae la lección. Si te duele, pregúntate por qué. Ahí es donde está el crecimiento. No te quedes en el desastre puliendo tu autodesprecio. Enfócate en lo siguiente. No estás fracasando en la vida. La estás viviendo.
Malos días, malas decisiones, mal momento, y todo eso. ¿Y, honestamente? Vas a fracasar de nuevo. En algo. Probablemente pronto. Es la realidad. Enviarás el correo electrónico equivocado. Malinterpretarás el tono de alguien. Perderás el tiempo en lo que no debes. Y luego seguirás adelante, porque eso es lo que hace la gente cuando no está ocupada celebrando funerales por su autoestima cada vez que algo sale mal. El mito es que cada intento fallido es un punto en tu contra.
La vida es un juego de resistencia. Puedes meter la pata nueve veces antes del desayuno y aun así tener un día increíble. Fracasar en las cosas es prueba de que sigues en el juego de la vida. De que realmente estás jugando. De que no estás desperdiciando tu vida escondiéndote en la mediocridad "segura". La única manera de no fracasar nunca es no intentarlo. Y esa es la verdadera pérdida. Acostúmbrate a fracasar. Fracasa, aprende, sigue adelante, repite. Ese es el sentido de la vida. Tu próximo fracaso ocurrirá. Asume el golpe y sigue adelante. Fracasaste en algo. Ya lo hiciste antes, lo volverás a hacer.
Y mañana despertarás con otra oportunidad. No estás fracasando en la vida. La estás viviendo. Fallar una meta no te quita valor. El único fracaso real es dejar que la vergüenza o el miedo te convenzan de parar. Redefine lo que significa "ganar" para ti. A veces, empezar de nuevo es suficiente. A veces, aprender es la victoria. Es mucho más interesante empezar de nuevo con más sabiduría que no hacer nada. Fracasarás. Mucho. Y eso está bien. El único fracaso real es dejar que esos tropiezos te convenzan de parar.
Deja de estancarte, empieza a romper cosas. Equivocarse por uno mismo es mejor que acertar por el ajeno. Fracasa en todo. Pero no confundas eso con fracasar en la vida. Toda la vida es un experimento.
Si mis palabras te trajeron consuelo o reflexión, gracias por tu interés y tu tiempo.
Patricio Varsariah.