Existen momentos en la vida carentes de sensación, monótonos y rutinarios; nos conformamos con el transcurrir de los días, donde seguramente hay cosas interesantes por contar, pero que al final pasan desapercibidas, porque sufrimos de desprecio y aburrimiento. 

Personalmente, soy de los que piensan que siempre hay algo que decir y por tanto, historias por escribir. Esta es quizás, la alternativa, que siempre está haciendo de las suyas en mi criterio, porque siendo la monotonía, el badén de mis escritos, estos carece de estilo, de identidad, de esa sustancia que genera nuevas experiencias y que por ello, excita al lector.

Para que haya estimulo, debe haber una dirección y esto último sólo puede ser tallado por una buena idea. Cada lector es un mundo una forma diferente de interpretar. Ser consciente de este principio, alguna personas creerían que  representaría una amenaza para la creatividad, pero es todo lo contrario es una importante ventaja para mi, porque,me permite identificar el objetivo y delimitar la transcendencia de mis escritos, alimentando el potencial de mi ingenio.

Está claro que la capacidad de elegir, es una de las características típicas del ser humano, pero también está claro, que sobre gustos no hay nada escrito; que cada quien es cada cual, por lo que la elección de mi escrito y mi persona está en la mágica razón de nuestros gustos. Ahora bien,las palabras correctas en el momento correcto tienen el poder de cambiar las cosas,fortalecen,provocan,inspiran,apoyan,cambian y te hablan directamente a tu corazón.Deja que las palabras a través de mis escritos, inspiren posibilidades cada día de tu vida.

Desde el corazón.