Deja que mi voz hable con ternura.
Publicado por Patricio Varsariah el domingo, noviembre 12, 2023

[La] insistencia en la naturaleza absolutamente indiscriminada de la compasión dentro del Reino es la perspectiva dominante de casi todas las enseñanzas de Jesús.
¿Qué es la compasión indiscriminada? 'Echa un vistazo a una rosa. ¿Es posible que la rosa diga: "Ofreceré mi fragancia a los buenos y se la negaré a los malos"? ¿O te imaginas una lámpara que retiene sus rayos de una persona malvada que busca caminar en su luz? Eso sólo podría hacerlo dejando de ser una lámpara.
Y observa cómo impotente e indiscriminadamente un árbol da su sombra a todos, buenos y malos, jóvenes y viejos, altos y bajos; a los animales, a los hombres y a todo ser viviente, incluso al que busca talarlo. Ésta es la primera cualidad de la compasión: su carácter indiscriminado.
Lo que hace que llegue el Reino es la compasión sincera: una forma de ternura que no conoce fronteras, etiquetas, compartimentados ni divisiones sectarias.
Vivimos en un país lleno de problemas. Muchas personas están inmersas en enormes dificultades económicas, sociales, familiares y laborales. Algunas intentan salir de estas situaciones buscando vías de escape y caen adictas al alcohol, a las drogas o al juego. Otras son sometidas a límites vitales que les quitan la paz.
Qué ajenos vivimos a veces al dolor de aquellos que lo están pasando tan mal. Pasamos de lado y giramos la espalda al sufrimiento de muchos niños desatendidos, violentados en el mismo marco familiar; o de los jóvenes con un futuro incierto; de adultos sin trabajo, angustiados, con enormes carencias y sin esperanzas; o de personas mayores que están solas, enfermas, sin recursos y abandonadas a su suerte.
El dolor de estas personas es un grito lanzado a una sociedad ensimismada, que sólo piensa en pasarlo bien e ir venciendo el tedio de cada día; una sociedad que se ha encallado en el culto a sí misma ignorando la realidad del entorno.
¿Cuántas veces vivimos de espaldas al dolor, mientras la tragedia y la desesperación hacen estragos en la vida de tantas personas?
Es bueno preguntarse en qué medida somos responsables del sufrimiento de tanta gente. Cuando lo tenemos todo y nos domina el afán de poseer más es fácil quedarse anestesiado y lejos de otras realidades que no sean nuestro propio y pequeño mundo.
Nos cuesta hacernos porosos al mundo que nos envuelve, nos cuesta ser sensibles a lo que hay a nuestro alrededor. Porque esto significa salir de nosotros mismos y despertar, pero nos abruma dar una respuesta sincera, generosa y coherente, según nuestra ética y nuestra religiosidad. Significa un cambio radical por nuestra parte, una gran generosidad y una mirada serena. Nos pide reflexionar y plantearnos qué podemos hacer para minimizar la crisis tanto social como moral que afecta a nuestro mundo y a vuestro país.
Nos cuesta hacernos porosos al mundo que nos envuelve, nos cuesta ser sensibles a lo que hay a nuestro alrededor. Porque esto significa salir de nosotros mismos y despertar, pero nos abruma dar una respuesta sincera, generosa y coherente, según nuestra ética y nuestra religiosidad. Significa un cambio radical por nuestra parte, una gran generosidad y una mirada serena. Nos pide reflexionar y plantearnos qué podemos hacer para minimizar la crisis tanto social como moral que afecta a nuestro mundo y a vuestro país.
Urge una respuesta inmediata: hemos de salir de nosotros mismos y preguntarnos, de manera reflexiva, qué podemos hacer por los demás. Más allá de nuestra vida hay muchas vidas de personas que nos necesitan con urgencia.
Existen comedores sociales donde asisten cada día muchas personas, donde voluntarios les dan, de comer y acogiéndolas. La mayoría de estos comensales traen una historia personal terrible, de soledad, tristeza, marginación y rechazo social y familiar. Muchos son extranjeros, completamente desubicados y declinando en una lenta y larga agonía. Solos, sin recursos, muchos con vergüenza, van al comedor buscando algo más que comida.
En sus rostros agrietados se adivina una profunda crisis de identidad. Con sus miradas perdidas buscan un espacio donde puedan sentirse dignos. Es verdad que es poco tiempo, pero la delicadeza de los voluntarios hace posible que en un breve intervalo estas personas se sientan serenas, protegidas, cuidadas y atendidas. Es hermoso reconocer la labor inmensa que hacen estos voluntarios, de forma callada y anónima. Para los indigentes, el espacio del comedor es una brisa suave que sopla en su duro invierno existencial.
Cuántas veces creemos que gritando o amenazando podemos contener la agresividad ejerciendo la fuerza. No es así. A una persona rota, llena de amargura y violencia contenida, no la podemos gritar. La violencia genera más violencia y no arregla nada, al contrario, puede hacer más daño al frágil. Muchas veces estas personas no gritan a nadie en particular, sino al mundo, a la vida, a su pasado, quizás alguno grita a Dios, sintiendo un profundo vacío.(La guerra entre el gobierno de Israel y el pueblo Palestino)
Una cálida mirada y un abrazo lleno de amor y comprensión pueden disolver un conflicto agresivo. Cuánto nos equivocamos cuando minimizamos el efecto y la fuerza de la ternura. Sólo la ternura transformará el mundo. La dureza y la violencia lo rompen más y hacen sufrir a muchos.
Debemos recuperar la fuerza del amor. Ya basta de vivir anestesiados por una paz edulcorada y falsa. Solo con la ternura podemos llegar hasta lo más hondo del corazón. Es una ternura valiente, arriesgada, que se atreve a meterse en medio de la guerra no para imponer la paz, la razón o la fuerza, sino para brindar dulzura, devolver la dignidad, derramar amor.
A veces un hombre debe ser duro como un clavo: estar dispuesto a afrontar la verdad sobre sí mismo y sobre la mujer que ama, rechazando el compromiso cuando el compromiso es incorrecto. Pero también debe ser tierno. Ningún arma romperá más la armadura del resentimiento de una mujer que la ternura.
En medio de todas las duras palabras de un mundo cruel, deja que mi voz hable con ternura. Hay una luz interior que hay que alimentar y que no se puede sustituir haciendo la vista gorda. Los espíritus apacibles son mucho más que el simple resultado de un romanticismo desesperado.
Cada uno es el alma de la belleza y el amor combinados.
Patricio Varsariah.