Bailar con la realidad que está en constante cambio.
Publicado por Patricio Varsariah el sábado, enero 20, 2024

La única constante en la vida son los cambios de realidad. Todo ser vivo está evolucionando, transformándose y convirtiéndose. La vida no es una experiencia rígida sino una realidad en constante cambio. Veo la realidad como un flujo continuo de energía, una danza con un mundo en constante cambio, somos parte de ello, participantes en el gran desarrollo de la vida. La única manera de encontrarle sentido al cambio es sumergirse en él, moverse con él y unirse al baile.
La vida es algo que disfrutas mientras aún está sucediendo. Si la realidad cambia constantemente, entonces aferrarse al pasado o intentar controlar el futuro es inútil. En cambio, fluir con la corriente en constante cambio. Fluir como un río. Debemos estar abierto y receptivos a la naturaleza impredecible de la vida. Actuar sin resistencia y apreciando la impermanencia de todas las cosas.
Resistirse al cambio, intentar aferrarse a la vida, es, por tanto, como contener la respiración: si persistes, te matas.
Por supuesto, aprender a bailar con la vida lleva tiempo. Se necesita práctica.
A menudo encontramos consuelo en lo familiar, lo predecible. Pero esta resistencia es como una fuente de sufrimiento es como intentar nadar contra la corriente, una lucha inútil contra la corriente. Creo que debemos aprender a “surfear las olas del cambio” para subir a la cima de lo desconocido con gracia y aceptación.
Déjalo ir. Suelta lo fijo, lo predecible y la narrativa cuidadosamente ordenada que pensabas que sería tu vida. Afloja los puños. Abraza lo desconocido, no con miedo, sino con curiosidad, con el asombro de un niño. Es un salto, sí, pero el aire debajo de ti no te dejará caer. Es el aliento de la vida misma, esperando llevarte. Y luego bailas.
No necesitas conocer los pasos ni las rutinas. Siente el ritmo, deja que te mueva. Cada giro inesperado, cada tropiezo es una oportunidad para improvisar, para adaptarse al gran desarrollo del universo. Es posible que te encuentres surfeando las olas del cambio, no sólo capeándolas sino con significado.
Si la vida es la corriente, surca las olas. En el proceso, una transformación te inunda. El miedo se desvanece y es reemplazado por una libertad feroz y estimulante. Abrasa plenamente la experiencia completa. Ríete ante lo absurdo.
Todo es cambio. No te puedes aferrar a nada. Y si te dejas llevar por el flujo, fluyes con él. Sin embargo, si te resistes a la corriente, ésta lucha contra ti. Si te das cuenta de esto, nadas con la corriente, te dejas llevar y estás en paz. Esto es particularmente cierto cuando se trata de esos momentos en los que la vida realmente parece estar llevándonos y la corriente del cambio nos va a tragar por completo.
No eres sólo un pasajero en la vida, sino un piloto que se abre camino. A medida que el mundo se abre, las posibilidades se extenderán ante ti. Sumérgete en lo que resuena contigo: abraza el presente en constante cambio.
La libertad aguarda, no en ausencia de cambio, sino en el abrazo de su danza. No sólo encontrará sentido al cambio; te convertirás en parte de ello. No significa que debamos ser pasivos. De nada.
Creo firmemente en que debemos tomar medidas y dar forma a nuestras vidas dentro del contexto de un flujo más amplio. Pero pienso que la conciencia de la interconexión de todas las cosas debería guiar la acción. Llamó a esto “acción correcta”, una acción que está en armonía con el flujo natural del universo.
Se trata de reconocer que el río de la vida, aunque impredecible, contiene una sabiduría mucho más significativa que la nuestra. Se trata de salir de las comodidades de nuestra zona segura y permitirnos vivir plenamente, bailar con la marea. Y en ese baile, quizás te encuentres a ti mismo.
Quizás encuentres la libertad que nunca supiste que existía, la alegría que surge del corazón mismo del cambio. Es posible que, para tu sorpresa, descubras que la incertidumbre no es algo que debes temer, sino una fuente de asombro sin fin.
Cuando te liberas de ciertos conceptos fijos sobre cómo es el mundo, descubres que es mucho más sutil y mucho más milagroso de lo que pensabas. Cuanto mayor es la resistencia, mayor es el dolor. No lo olvides.
La vida no es un problema que hay que resolver sino un misterio que hay que experimentar. La única manera de disfrutar de nuestro paso “temporal” único en el tiempo es dejar de lado nuestras expectativas y miedos y simplemente bailar con la realidad en constante cambio que nos rodea.
La aceptación y conexión profunda con nosotros mismos y el mundo, es un camino hacia una vida de alegría. Resistirse al cambio es permanecer en terreno inestable, preparándose siempre para el próximo torrente. Pero vivir de verdad, darle sentido a una vida en constante cambio, es bailar con el cambio.
Todo se vuelve constantemente nuevo. Pero el proceso no es lineal; eso sí, los momentos de incertidumbre y duda están garantizados. Pero en lo desconocido hay posibilidades. Cada nuevo giro de la experiencia fortalece el siguiente.
Cuando la vida te ponga una piedra en tu camino y caes, no te prepares para el impacto. Respira hondo, déjate llevar y únete al baile. La música ya está sonando. La única manera de darle sentido a una realidad cambiante es convertirse en parte de ella.
Antes de irte, reflexiona sobre lo siguiente: "¡Déjalo ir!" y "¡Sigue caminando!" Deja el anhelo de ti mismo, de permanencia, de circunstancias particulares, y sigue adelante con el movimiento de la vida.
Gracias por leerme.
Patricio Varsariah.
El arte de vivir implica saber cuándo aguantar y cuándo soltar.