El mundo está allí, afuera, con sus guerras, con sus muertes, con sus dolores, afuera.... Pero es lo que existe adentro, adentro de nosotros,  lo que tiene el potencial de afectarnos, adentro la paz inalterable que vale más que todo el dinero del mundo, el amor dado y recibido que nos define y fortalece, las risas, los cantos, la belleza, los besos...

Afuera, el frío, las patrias, las sectas, las bombas, el hambre, la injusticia, el oro que perseguimos con locura...está el mundo, retándonos a componerlo, implorando por nuestra sangre y nuestras vidas, como ofrenda pequeña a su poder...


Adentro, la verdad, las leyes sagradas del Universo, el fin de la ilusión, el silencio sagrado, la iluminación está quien somos realmente, la unión con todo cuanto existe, la calma infinita e inamovible, la flor que jamás se marchita...

Por eso hay que cerrar los ojos para aprender a ver, hay que cerrar los oídos para aprender a escuchar.Para poder estar adentro, cerrando las nueve puertas e ingresar al Templo Santísimo, donde realmente somos...

Adentro, si, más allá de todo miedo, bebiendo de las fuentes eternas del amor universal, respirando nuestra verdadera naturaleza lejos de todas las alucinaciones, contemplando la sagrada verdad, aquí y ahora, es posible, si solo se busca el camino...

Te deseo : Paz Inalterable y Armonía