Adios, al menos esa es mi intención, ya que a nada debemos decir “nunca jamás”
Publicado por Patricio Varsariah el lunes, mayo 25, 2015

Con este tema, aunque me duela decirlo es posible que termine con mi pagina web. Una pagina WEB sencilla, apto para todo tipo de persona, sin necesidad de grandes conocimientos para entenderlo. Para leerlo no es necesario tener grandes dotes de escritor, ni de filósofo, ni siquiera ser un acreditado humanista.
Mi intención sólo era escribir “cosas sencillas” asequibles a todas esas situaciones que diariamente nos pasan, seamos de donde seamos y habitemos en cualquier lugar del mundo. Es como si a través de estos pequeños artículos, deseara que nos viéramos interiormente y comprendiéramos como somos y como a veces actuamos sin pensar que todo en la vida es mejorable, sin necesidad de grandes proezas.
Nunca pensé que esta sencilla pagina web, y sin ningunas pretensiones, sobre todo cuando lo empecé, creí que pudiera leerse en todas las partes del mundo: En primer lugar mi más profundo agradecimiento a todos los países americanos desde los Estados Unidos, hasta Argentina y Chile, pasando por todos los países hermanos de la América Central. En Europa, casi todos los países han pasado por esta humilde pagina web. Aunque mi gran sorpresa en cuando “subía” uno de mis artículos, y observaba a países como Rusia, la India o Australia, se interesaban por lo que en ellos deseaba transmitir. Aunque para ser sincero, a medida que empecé a escribir, una de mis intenciones era recuperar una “causa” temporalmente perdida; aunque con gran pesar por mi parte, de temporal, ya la considero como definitivamente imposible de recuperar.
A través del tiempo, nunca me faltaron fuerza, constancia, voluntad y sobre todo prudencia al plasmar mis intenciones de transmitir mis reflexiones, a pesar de que he pasado durante este tiempo por momentos verdaderamente terribles en mi vida particular. Pero jamás escribí nada, para que nadie se pudiera sentir herido ni agraviado a través de cualquier artículo, por el cual se sintieran reflejados. Bueno, mis estimados seguidores como bien dige al principio, termino hoy con esta despedida; al menos esa es mi intención, ya que a nada debemos decir “nunca jamás”
Gracias de nuevo a todos los que se interesaron e hicieron algún comentario, y en particular para “aquella persona” que a través de su perenne silencio siempre me leyó, y deciros que nuestros pasos por este mundo son muy breves, y nunca deberíamos dejar de entender que la vida es una maravillosa oportunidad para aprender y comunicarse. Seguro que nos pasarán muchas cosas buenas y también algunas malas, pero todas forman parte de nosotros mismos y todo su conjunto nos ayudarán a ser mejores personas para alcanzar la felicidad.
Las decepciones no matan… ¡pero enseñan!, aunque siempre dejan cicatrices.
Las decepciones no matan… ¡pero enseñan!, aunque siempre dejan cicatrices.