1. Date un descanso hoy. En lugar de detenerte en las personas que te han defraudado, reenfoca tu energía en apreciar a aquellos que te animan. Recuerda, no puedes controlar las cosas descorteses que algunas personas te dicen y te hacen, pero puedes decidir no dejarte distraer por ellas hoy.

2. A veces tu mente necesita más tiempo para aceptar lo que tu corazón ya sabe. Respirar. Se un testigo, no un juez. Date el espacio para escuchar tu propia voz, tu propia alma. Demasiadas personas escuchan el ruido del mundo y se pierden entre la multitud.

3. Sea amable, pero aprenda a decir que no. No siempre puedes ser agradable. Así es como la gente se aprovecha de ti. A veces hay que poner límites. A veces, decir que no es vital para el autocuidado.

4. Cuando la vida se sienta como una montaña rusa emocional, estabilícese con rituales simples. Hacer la cama. Regar las plantas. Enjuague Tu propio tazón y cuchara. La sencillez atrae la calma y la sabiduría.

5. Hagas lo que hagas, no te quedes atascada o atascado en la pequeña cosa que arruina tu estado de ánimo hoy. Respira y sé agradecida o agradecido por lo que tienes delante. Parte de esto es una bendición, y nada dura para siempre. La vida es demasiado corta para desperdiciarla en la negatividad diaria.

La conclusión es que, a pesar de los desafíos del mundo real que enfrentamos, el obstáculo más grande y complejo que tendremos que superar personalmente es nuestra propia mente. En otras palabras, Tú no eres responsable de todo lo que le sucede en la vida, pero SÍ eres responsable de deshacer los patrones de pensamiento contraproducentes que crean estas experiencias indeseables.

SÍ, sé que TU PUEDES PENSAR MEJOR, lo que significa que puedes aprovechar tu fuerza interior y, en última instancia, vivir mejor.

Y sí, por supuesto que a veces es más fácil decirlo que hacerlo.

En este día y siempre mantén tu mente despejada y tu corazón en paz.

Saludos.

Patricio Varsariah.