- y, sobre todo, quiérete mucho.
Publicado por Patricio Varsariah el miércoles, abril 8, 2015
A veces es bueno volver, echar la vista atrás y ser consciente de todo lo que dejaste pero también de todo lo que ganaste, revivir aquellos días sin nostalgia y sí con mucha alegría porque tuviste la oportunidad de disfrutarlos. Es un privilegio poder sentirte como en casa en más de un sitio, tener brazos y sonrisas que te reciben sin importar el tiempo que hace que no te ven, contar con personas con las que compartiste poco tiempo de tu vida pero que no se han olvidado de ti, eso es lo que de verdad importa. Es una suerte que en el cómputo de los recuerdos ganen los buenos.
Las cosas pueden cambiar de forma increíble en un año, en meses, semanas e incluso horas, hoy estamos aquí y mañana allí, casi sin despeinarnos. Con “aquí” y “allí”, me refiero a arriba y abajo, a ciudades distintas, a sentimientos encontrados, por eso vive cada día dejando al menos algo bueno de ti en algún lugar y en alguna persona, por supuesto cometerás errores pero procura que no hagan olvidar lo primero. Hay llamadas que te devolverán por unos segundos a ese tiempo en el que tus prioridades eran otras y tus metas muy diferentes a las de hoy en día, si entonces aquello era lo que te motivaba a poner un pie fuera de la cama, ten la seguridad de que valió la pena.
¿Te gusta tu presente? Pues no es más que el fruto de tu pasado, de las experiencias que te curtieron y de las decisiones -acertadas o equivocadas que tomaste- y… ¿Qué hay de tu futuro? ¡Lo estás construyendo justo ahora! Por eso, haz nuevos amigos y conserva los de toda la vida, presta ayuda, sé generoso, lleva bien tus cuentas en todos los sentidos, pon en marcha proyectos que saquen lo mejor de ti, mantén largas conversaciones con todos aquellos que quieran tenerlas contigo -algo te aportará y tú a ellos-, visita lugares interesantes, no pierdas tu capacidad de sorpresa, date algún capricho de vez en cuando pero que no se convierta en costumbre -dejará de tener sentido- y, sobre todo, quiérete mucho.
Y tú, serás lo que quieras ser, lo que siempre soñaste, te pondrás en camino y llegarás. No tengas prisa, nunca es buena consejera, pero tampoco te acomodes… Dale a cada cosa su tiempo de espera, respeta los turnos, rodéate de gente buena y no pierdas de vista a los que fallan, unas veces serás de los primeros y otras de lo segundos, pero siempre tú. Aprende de todo lo que la vida te pone por delante, nada sucede por casualidad, muchas veces ésta es la firma de Dios cuando quiere pasar desapercibido.
Finalmente vuelve de vez en cuando, a un sitio o a una época que guardas en la memoria, ¡vuelve en algún momento! Mantén el paso firme hacia adelante, pero deja una marca de ti en todo y en todos…
Soy de los que cree que la vida se mide por las huellas que dejaste por el camino.
Soy de los que cree que la vida se mide por las huellas que dejaste por el camino.