... vivir creyendo que a los demás
Publicado por Patricio Varsariah el lunes, diciembre 15, 2014

En este fin de semana que ha terminado, pensando en mis pensamientos he llegado a la conclusión de que creo yo que tanta escuela de religión me quemo el cerebro. Eso de pensar en el otro y poner la otra mejilla… Siempre sentí que porque por algún motivo los demás merecían mas atención que yo mismo. Y juro que jamás me peso hasta hace poco. Nunca di motivos para que tuvieran que poner demasiada atención en mi: alguna que otra enfermedad.Los pocos momentos en que esa dinámica cambio
Que siempre fui temperamental es cierto (Aunque para algunos eso sea histeria), que trate de pensar en lo que todos necesitaban y en estar al pie del cañón también. Que eso es culpa mía y nadie tiene responsabilidad sobre eso es obvio. Que solo yo me gane ese lugar es así. Esta claro que equivoque el camino, que pensar en los demás primero y buscar conciliar lo único que provoco con los años fue que nadie pensara un poco en mi, ni siquiera yo.
Cuando descubrí por fin que el único que puede ocuparse de lo que me pasa soy yo mismo y empecé a priorizar mis propias necesidades. lo único que conseguí fue alejarme de todos. Porque nadie estuvo dispuesto a otorgarme ese privilegio. Parece que yo no tengo ese derecho. Y se me cobraron una a una todas las facturas. Y me las merezco por vivir creyendo que a los demás les importo lo mismo que ellos a mi. Y ese es mi error mas grave: vivir esperando del otro lo que nunca quiso darme.
Siempre me anticipe a lo que todos podían necesitar y cuando yo necesite que alguien empezara a pensar en mi solo encontré una distancia que jamás pude predecir- También tengo que reconocer que mi exceso de sinceridad no es cómodo para nadie. Pero no concibo la vida desde la postura cómoda de callar lo que uno piensa solo para no crearse problemas.
Y aca esta el resultado. Yo, que miro por primera vez que me pasa y ustedes cada vez mas lejos. Y no los culpo, solo yo soy la responsable de que las cosas sean así, pero también se que no me lo merezco. Que pude equivocarme mucho pero siempre pensando en todos. En todos, menos en mi. Y ahora lo estoy pagando. Ya es tarde para que les importe que a mi también me pasan cosas, que también puedo necesitarlos. Y soy consciente de eso. Yo no pido que nada cambie, solo estoy tratando de cambiar yo. Pero tampoco voy a aceptar que me lo reprochen. Hubo mucho tiempo en que hice todo lo contrario y aca tengo los resultados. Ojalá en algún momento podamos reencontrarnos