Ejemplos: qué haría si un amigo me miente, qué haría para controlar mi lengua, o para ser puntual, o para dejar de sentir que la vida se me escapa, o para renunciar a un postre, o para vivir sin tarjeta de crédito, o si mi hijo se porta mal, o para no distraerme, o en el medio de una discusión, o si fuera criticado. Y siguen las preguntas.... 

¿qué haría si estuviera aburrido? Si encuentras una cosa aburrida, encontrarás todo aburrido. El aburrimiento es parte de la vida. Huir de él como método sólo nos lleva a huir del presente, de la circunstancia que vivimos, del propio mundo. Basta con detenerse en la palabra diversión, opuesta al aburrimiento. Viene de divergir, que significa apartarse, desviarse. La negación del aburrimiento es la negación del silencio, del tiempo de inacción necesario para re alimentarse, de la posibilidad de oír acalladas voces interiores y hasta la negación de la alegría, que como todos los estados se reconoce gracias a la experimentación de su opuesto complementario. 

Quien se pelea con su aburrimiento termina por aburrir a los demás, porque no aprovecha el estado de quietud para imaginar y explorar nuevas vías existenciales, sino que siembra vacío a su alrededor. Muchas cosas que embellecen el mundo, muchas ideas que no dejan de enriquecernos e incluso inventos que bien usufructuamos son el producto del aburrimiento de alguien, que se permitió vagar sin temor por terrenos no programados y se animó a no vivir maníaca mente divertido...

Por tomar sólo una pregunta más (son tantas y tan tentadoras): qué haría Yo,  si le entrara sueño mientras leo un libro muy interesante..?. Sencillamente, me iría a dormir, porque haría caso a las señales de mi cuerpo y recordaría que éste, la mente y el alma están inseparablemente integrados.

Tengan un buen día.