Creo firmemente que todos los malestares que padecemos proceden de lo que le llamo el TCA, (trastornos de la cultura actual) en que vivimos.Siempre es más difícil descubrir las causas de los problemas internos como ansiedad, depresión, melancolía, miedo… que la de los externos, como malas relaciones, conducta errónea, hábitos pocos saludables, estado físico. Siendo casi siempre, éste último, la fuente y la causa de los primeros. 

Sencillamente trataré de explicarme a mi manera. Alcanzar la felicidad es obvio que no es un problema de saber, sino de ser. Y ser significa, por encima de todo ser consciente de uno mismo y de tu entorno. En cualquier caso, el ser humano tiende a la vida (disfrutar), a la actividad y al compromiso por la naturaleza, ya que ello obliga a mecanismos innatos. Por eso me cuesta creer en reglas espirituales y en recetas de Nueva Era. 

Para aprender indudablemente hay que vivir, pero al mismo tiempo, que vivimos y gozamos, nos lleva a veces a decaer físicamente, ¿Qué cierto es, que no hay nada gratuito? ¿Has pensado cuanta vida se nos escapa padeciendo por cosas que no merecen la pena? ¿Cuántas energías desperdiciamos lamentándonos? 

Debemos encontrar la alegría dentro de nosotros mismos si no queremos que la apatía, la tristeza y, en último término, la depresión, nuestro físico, se apoderan de nuestro estado de ánimo. En algunos casos es costumbre, ese hábito arraigado, hace que no salgamos de ese estado de profundo malestar o de esa visión negativa de la vida. Quizás es que nos hemos adaptado a ese supuesto sufrimiento y parece encontrarnos felices así. O puede que nos reporte las ventajas que los demás nos vean sufriendo, dedicándonos atenciones, mimos, cuidados, por pena o lástima. 

El sufrimiento inútil es el que no tiene justificación, el que no ayuda a la superación de las dificultades en los momentos difíciles. Únicamente contribuye a hundirnos cada vez en ese lamentable estado en que a veces nos encontramos, cuando pensamos que nada tiene solución. El verdadero problema es que podemos terminar asfixiando y machacando a quienes tratan de ayudarnos.