Debemos tener claro que lo que nosotros hacemos no debe afectar a nadie más, en la medida de lo posible. Es decir, familia, amigos, compañeros de trabajo, pareja, hijos, padres. Lo mismo sucede con los famosos "problemas" tan protagonistas de la mayoría de nosotros los seres humanos.

Resulta que hay cantidad de personas que forman parte de una gran cadena que llevan y traen situaciones que cargan hacia los demás. Muchas veces el marido o la esposa llegan cansados del trabajo, en donde tuvieron un día de aquellos en medio de sus labores y con sus colegas, y empiezan a tratar mal a quienes habitan su hogar, generando una cadena de mal humor en todos, porque a alguien que tratan mal siempre, por lo general, va ir a buscar con quién desquitarse. 

Honestamente a mi no me gusta recoger los "males" o "problemas" a la mañana siguiente, aunque sean menos, pero sí me encanta la idea de dejar todo fuera de mi hogar, así como hacen algunas personas que practican el que no puedes entrar a su casa con zapatos porque supuestamente cargas con toda la mala energía del mundo externo. Situaciones siempre van a existir y cuando no es por "x", es por "y". El asunto es saber controlar hasta dónde permito que dominen mi vida y hasta dónde las dejo afuera para disfrutar de mi propia vida como me lo merezco.

De todos modos, como bien sabemos, las preocupaciones no van a solucionar nuestros problemas; preocuparse en exceso no conduce a nada, es algo inútil. Por ello, es muy importante romper esta tendencia a preocuparse por cualquier cosa y aprender a controlar estos pensamientos y sentimientos.

Existen varios tipos de actitud que tenemos ante las situaciones que enfrentamos, esas lecciones de aprendizaje que todos llaman "problemas" y yo los llamo "situaciones " y las las explico así:

--Si pensamos que aquello que nos preocupa no tiene solución o que vamos a fracasar en el intento de solucionarlo, estamos reduciendo las posibilidades que tenemos de arreglarlo debido a nuestra actitud negativa y derrotista.

--PERO cuando pensamos que todo va a salir bien, nos sentimos confiados, seguros de nosotros mismos y, por tanto, convencidos de que hay solución a nuestros problemas. Esta actitud es garantía de un resultado exitoso y favorable a nuestros deseos, pues nos predispone a la lucha, a mantener una actitud activa y a no dejarnos llevar por el desánimo.

--La mejor actitud ante las preocupaciones es buscar si aquello que nos preocupa tiene o no solución. Si la tuviese hemos de actuar activamente, buscando la mejor solución y si, por el contrario, estamos preocupados por algo inevitable que no se puede solucionar, entonces debemos asumirlo cuanto antes y no atormentarnos pensando constantemente en ello. En múltiples  ocasiones, nos preocupamos por hechos que pensamos que pueden ocurrir, pero que no están sucediendo. Nos adelantamos a los hechos y sufrimos como si realmente estuviese sucediendo cuando lo más probable es que nunca llegue a ocurrir. Ante estas circunstancias, la mejor actitud es huir de estos pensamientos y ocupar rápidamente nuestra mente en otros menesteres.

Nosotros tenemos siempre el "poder "de elegir cuál de las actitudes debemos tener ante las situaciones de la vida. Nadie te dice que evadas tus problemas, porque siempre van a estar esperándote a la vuelta de la esquina, más sí puedes elegir no cargarlos las 24 horas del día, total, si lo haces no vas más que angustiarte, afanarte y sin resolver, que es lo que se necesita siempre.Busca un lugar a la entrada de tu casa donde puedas colgar todo lo que no aporta a tu vida.  Lo mismo en el trabajo, no te lleves los "problemas" de tu hogar al área profesional. Siempre busca en donde estés un lugar para colgar lo que no corresponde y que te significará una vida más plena.