..no poner nombre a lo que pensamos
Publicado por Patricio Varsariah el jueves, julio 9, 2015

Hay veces en las que siento que una pequeña rendición, es como una gran victoria personal, que ni siquiera necesito celebrar o compartir, puede que por pura comodidad, lo confieso...
A todos parece molestarnos en ocasiones el tema de las etiquetas. Que nos etiqueten parece que pueda incluso llegar a coartar nuestra libertad. Si los demás me etiquetan de una manera determinada puede que me sienta obligado a comportarme de esa forma para encajar en la imagen que los demás se hayan podido hacer de mí, aunque yo no me identifique del todo , puede que hasta llegue a acostumbrarme.
Si le pongo un nombre o etiqueta a una emoción consecuencia de una situación al menos durante un tiempo adecuado a la misma deberé mostrar esa apariencia o los demás pueden ponerme otra etiqueta, la de variable.
Y lo que es peor aún, si le pongo nombre a un sentimiento, por ejemplo el de amor, alguien puede malinterpretarlo en el mejor de los casos, porque también puede suceder que genere un compromiso que me de miedo a asumir, o que con lleve demasiados matices que no esté dispuesta a identificar.
Sí, realmente son molestas esas etiquetas que domestican nuestra esencia en demasiadas ocasiones y sinceramente a estás alturas no me apetece para nada ser guardian de ninguna emoción encarcelada ni propia, ni ajena. Pero he de confesar que en ocasiones, no poner nombre a lo que pensamos, a lo que sentimos, a lo que queremos, a lo que compartimos, me sigue pareciendo una falta de lealtad, hacía nosotros mismos y hacía los demás.
La ambigüedad deja espacio al error y aunque es cierto que una mirada, una caricia, un abrazo puede decir más que ninguna palabra que se haya inventado, a veces me apasiona escuchar lo que esa mirada, caricia o abrazo me quieren decir a través de su nombre. Me gusta que pronuncien el mío con amor.
Así que ahora o nunca, puedes inventar tus propias palabras, pero expresa lo que sientes, yo llevo algún tiempo practicando y mi corazón se siente en paz o al menos siento una sensación que me hace sentir cerca de mí y eso me acerca a ti.