¿Sabías por qué el cielo es azul? ¿Sabías por qué las flores tienen color? ¿Sabías por qué los caminos llegan a un cierto destino? El cielo es reflejo del mar, el color de la flor la alegría de Dios .Y el destino es el fin o el principio de cada ser vivo. 

En todo hay un misterio que cada quien ha de resolver por eso hay un mañana para comenzar o para terminar. Una flor que nace es como la esperanza, la confianza y el Amor. Una flor que se marchita es como el adiós, como la desilusión, como lo que es más grave: la muerte del amor. 

Sin embargo, de alguna manera todos formamos parte de un destino común que puede ser la alegría o la tristeza. Alcanzamos como meta o lo abandonamos sí habremos siquiera dado un paso. La vida verdadera es para los que tienen el coraje de vivir y la vida que no es vida es para aquel que no se entrega a sentir y no escucha lo que su corazón quiere decir. 

El cielo es azul para quien persigue que sus sueños se hagan realidad. Pero será gris para aquel que no se atreve a sentir inclusive a su propio corazón para éstos no habrá mar, ni cielo, ni flor, ni sonrisas, ni esperanzas, sino tan solo el destino que no llegó a su fin. Y será como una flor que se marchitó. Ya no hay solución. Ya no hay remedio, tan solo el adiós.