Deja de perder el tiempo con las personas equivocadas y que no te permiten ser feliz. Si alguien te quiere en su vida hará un espacio para ti sin necesidad de que luches por uno. Nunca te quedes con la persona que constantemente te ignora. Recuerda valorar no a las personas que te acompañan en los mejores momentos, sino a aquellas que están a tu lado incluso en los peores.
La ventaja de tomar decisiones es que podemos erradicar muchas cosas que nos hacen daño. Con las personas ocurre lo mismo: decidir con quienes quieres compartir tu vida te permite apostar por tu felicidad, por quedarte con aquellos que te hacen la vida más fuerte y más alegre. Es necesario elegir siempre aquellas personas que abrazan en los buenos y en los malos momentos, aquellas que disfrutan de tus victorias y comparten tus derrotas. La mayor ventaja de tener al lado a quién quieres es no saber quién sale ganando más de la relación.

Yo soy feliz así y por ello te animo a hacerlo, a huir de las personas que te dan malas vibraciones y rodearte de amigos que te quieren de verdad y que disfrutan de la vida. No dejes pasar el tiempo sin tomar la decisión de quererte y dejarte querer: escoge, elige quién merece estar ahí y cuídale para siempre. No olvides nunca que muchas veces es fácil quedarse con una mala acción y no recordar todas las buenas que una persona ha hecho para nosotros. Atrévete a tener el valor de perdonar si de verdad quieres tener a esa persona en tu vida y dale una oportunidad: tú decides.

En mi caso Yo elijo a quién quiero en mi vida. Me he quedado con la persona que Yo quiero, porque ha querido estar cuando ni siquiera yo quería estar conmigo mismo. Me ha acompañado en mis momentos más oscuros cuando yo me daba la espalda.Le escogí en mi vida porque me hace ser mejor persona, porque no sé reír ni llorar con nadie más como lo hago a su lado. Lo cierto es que le elegí porque yo decido a quién tener cerca, pues ya se sabe que es de las pocas cosas sobre las que tenemos realmente libertad. Y, a mí, nada me hace más feliz que compartir mi vida con las personas que quiero tener a mi lado.

Además me quedo con quien quiere quedarse conmigo.Uno de los motivos por los que quiero a la persona que conmigo el camino de nuestra vida  es porque me ha demostrado que quiere quedarse en ella. Quizá hasta eso es lo más importante: nadie puede llenarnos más que quien desea hacerlo honestamente. En el momento en el que conocemos a nuevas personas nunca llegamos a saber que hueco ocuparán en nuestro día a día, pero pronto entendemos que cada detalle cuenta para quedarse o para irse, llego sin hacer demasiado ruido y queriendo conocerme para después demostrarme que debía dejarla caminar conmigo, exigiendo solo eso, quedarse conmigo a cambio de cuidarnos, a cambio de acompañarnos tanto en los mejores momentos como en los malos.

Al revés de lo que me pasó contigo, también elijo a quién no debe estar en mi vida o trato de dejar para mí la decisión de perdonar, si hace falta, o de dejar ir o no. Lo que ocurre es que nada en nuestra vida es una certeza y mucho menos nuestras relaciones: nadie puede asegurarnos que la familia biológica que tenemos, por ejemplo, será a quien llamaremos familia después.

Cuando te das cuenta de esto, crecer es justamente sobrevivir a ello: en el fondo las personas que nos quieren son realmente la familia que tenemos, la que escogemos o la que permitimos que lo sea. Al resto de personas que se cruzan en mi vida y que suponen relaciones tóxicas que no nos aportan nada es mejor dejarlas marchar, porque no hay mejor regalo para los que se van que saberlos perder.