Cuando escribo sobre cualquier asunto siempre procuro (no se si lo conseguiré pero lo intento) dos cosas: la primera de ellas es ser sincero; y lo segundo, decirlo de buena fe, esto es, procurar no ofender a nadie, pues conozco que hay innumerables opiniones y modos de pensar en este mundo, y quizás lo que para mi pueda ser correcto para otra persona pueda ser un disparate; o a la inversa. 

Yo creo que una pagina web debe de ser, no solo un vehículo para hacer amigos/as, lo cual es estupendo; sino también muchas cosas mas; por ejemplo, un lugar donde se respete a los demás, así como la libertad de opinión de cada uno; y también un amigo íntimo, que conoce muchas cosas de nosotros, con el cual nos desahogamos por las noches, contándole todo lo que nos apetece o lo que nos sale del corazón; pero no creo que sea un medio adecuado para desfogar nuestra ira.

No conozco a nadie al que no le guste recibir comentarios. Recibir un comentario, para mí, y creo que para muchos de nosotros, es una muestra de que te han leído y de que se te quiere, o cuando menos, se te estima o se te aprecia. Son comentarios que se hacen con plena y total libertad, cuando se quiere o cuando se puede. Libertad.

Por supuesto, hay comentarios y comentarios; algunos mas profundos; otros mas superficiales, ú otros, que solo te pueden dejar un saludo o un buenos días porque no tiene tiempo. Bien. Puede que sintonices más con Fulanito y con Menganito que con Zutanito; pero yo creo que todos los comentarios merecen agradecimiento, pues detrás de cada comentario hay una persona que se toma la molestia de meterse en tu web, dedicarte una parte de su tiempo a leerte y luego a comentarte. Nadie le obliga, pero lo hace libre y voluntariamente y te demuestra con ello que te aprecia, o simplemente que te dedica su tiempo. Eso merece especial agradecimiento; son flores que te dan, y no considero elegante ni educado rechazarlas, cuando en el fondo se nota que estoy deseando que me las den.

Porque todos, empezando por mí, en mayor o menor medida nos sentimos solos en alguna ocasión, y recibir un comentario de ese amigo/a te alegra el corazón, te recuerda que hay alguien al otro lado que te lee, que te aprecia y que te respeta. Eso es una bendición de los cielos. ¡…Lo que no tengo derecho a hacer, bajo ningún concepto, es que un comentarista, con buena intención, acuda a ayudarme porque piensa que lo necesito, y yo le conteste mandándolo a paseo!

Si un lector malinterpreta un escrito creo que debo sugerirle respetuosamente que ese no era el tema del escrito, ser elegante y comedido; es decir, llevarlo dulcemente a la verdad, a “su” verdad, a lo que he querido plasmar. Si el comentarista no me apreciara o no le gustara mi web no te haría el comentario. Si se equivoca,me gusta decirlo dulcemente, pero no a golpes, no lo maltrato, no respondo con ira a una atención que me han hecho; ya con dulzura se aprenden mejor las cosas.

A mi siempre me han enseñado a procurar hablar firmemente defendiendo tus ideas y tus postulados, por supuesto; pero al mismo tiempo a no perder el sentido del tacto y de la prudencia; y sobre todo, a procurar no parecer orgulloso o pretencioso. Perdonadme, pues, si en alguna ocasión os he dado esa impresión, o si alguna vez he sido demasiado brusco en mis afirmaciones, pero mi intención, insisto, no ha sido nunca ofender a nadie. Lo juro por todos los dioses.

También hay que recordar siempre que  nadie tiene la posesión de la verdad absoluta; y que en vez de decir “Las cosas son así”, debería de decir “Para mi, las cosas son así”, porque seguramente para muchas otras personas sean de otro modo muy distinto.

Saludos!