(cancer) ..recomendaciones para saber cómo actuar
Cuando
una persona padece cáncer, se sufre un fuerte impacto emocional, nuestro funcionamiento social y laboral puede estar profundamente
afectado y este malestar puede extenderse a sus familiares y amigos.
En general,solemos atravesar un período de incertidumbre y miedo,
sin saber cómo actuar.
El
diagnóstico inicial de una enfermedad oncológica supone un shock, nos cuesta creer que sea verdad, sintiéndonos incapaces para tomar
decisiones a partir de ese momento, no sabiendo muy bien qué hacer o
cómo actuar, surgen en uno una gran diversidad de reacciones
emocionales como el miedo, la rabia, la ansiedad o la desolación
ante la posibilidad de padecer una enfermedad larga, con riesgo de
muerte y ruptura de las metas vitales.
No
obstante, es posible vivir con bienestar personal, familiar y laboral
durante y después del cáncer, pero se requiere tiempo para
habituarse y que se produzca la adaptación a esta nueva situación.
El
cáncer es una enfermedad que asusta y que crea dificultades no solo
en uno que lo padece sino también en los que se encuentran a nuestro
alrededor y no se han enfrentado a ella, pero no hay que avergonzarse
de los miedos, interrogantes o malestares que experimentemos.
Cuando
uno ha sido diagnóstico de cáncer,experimenta dificultades al
interactuar con uno mismo o no sepa qué decir, es importante saber
que pueden hacer mucho por ayudarnos. Muchos estudios indican que los
pacientes con cáncer que reciben apoyo por parte de su entorno
encuentran menos dificultades en relación al afrontamiento de su
enfermedad.
Por ello, y por experiencia propia os ofresco una serie de recomendaciones para saber cómo actuar cuando alguno de sus seres queridos padece esta enfermedad, sobre todo, es muy importante intentar ponerse en su lugar y comprender la situación que está experimentando.
Una
de las cuestiones más importantes que puede hacer es reconocer la
situación de la forma que le resulte más cómoda, en lugar de
intentar evitarlo, es decir, si su reacción es la preocupación o el
interés, muéstrelo y ofrezca su apoyo. Déjele saber que le
preocupa.
Recuerde que la expresión más sencilla de interés es la
más significativa,es
importante que demuestres que estás ahí y que puede contar contigo.
Escuchar
a la persona y ser empático resulta en ocasiones la mejor forma de
ayudar, saber escuchar es un proceso fundamental para una
comunicación eficaz, pues significa dirigir nuestra atención hacia
el otro. Preguntar a la persona cómo puedes ayudar, en ocasiones
rompe la sensación de incomodidad. Si su ser querido empieza a
hablar sobre su enfermedad, no cambie el tema, necesita expresarse,
escúchelo.
Respete
las necesidades de hablar o callar de la persona, y no olvide que la
persona que tiene cáncer se conoce a sí misma y cómo funciona su
organismo, sabe que las cosas no están sucediendo como antes.
Sé
sincero o sincera.
Dar
ánimos es importante, pero también lo es no generar un falso
optimismo o decir continuamente a la persona que ha de tener siempre
una actitud positiva o que sabemos cómo se siente. Hay que ser
sincero o sincera, no se pueden decir cosas positivas si no son
reales. Ni todos vivimos siendo optimistas todos los días, ni
sabemos cómo se está sintiendo el otro, pues las experiencias
individuales son únicas de cada persona.
Por
ello, no intente pintar todo un mundo de color de rosas pero tampoco
invalide a la persona si por sí misma puede continuar haciendo
cosas. Sé sincero con él, pregúntale y cuéntele que estará a su
lado para todo lo que necesite. Si le abres tu corazón,
probablemente él también lo hará.
El
uso del humor resulta saludable siempre y cuando, sea la persona
afectada la que haya llevado la iniciativa, y estemos seguros de que
el comentario que vayamos hacer lo pueda apreciar o responder. Muchas
personas utilizan este recurso como modo para sobrellevar las
situaciones y suele tener resultados positivos. El humor puede
resultar beneficiosa si lo utilizamos como vía de escape o para dar
otra perspectiva a nuestra situación. De hecho es un recurso muy
utilizado por algunas personas para afrontar sus dificultades. Pero
no olvides, que tu no marcas el ritmo, sino la persona que padece
esta enfermedad.
Sugiérale
realizar alguna actividad, cuando la persona tenga una buena
apariencia es importante que se lo hagamos saber, al igual que cuando
su aspecto no sea bueno es recomendable evitar comentarios. Inclúyelo
en actividades de ocio o trabajo y actos sociales, siempre dejando la
elección a la persona de decir si está preparado o no para la
actividad. La realización de actividades, sobre todo de aquellas que
más le gusten o le llamen la atención, le permitirá desviar su
atención de los pensamientos negativos y de las preocupaciones,
además de disfrutar de lo que está haciendo y pasar un buen rato.
Muy
importante respeta su privacidad, resulta extremadamente importante
respetar la privacidad de la persona enferma. Quizás pueda sentirse
ofendido porque la persona cercana no le ha dicho la noticia del
diagnóstico del cáncer. Hay que entender que muchas personas
necesitan un tiempo de adaptación a la situación, así como
prepararse para hablar con los demás de lo que le sucede, por eso no
hay que tomarlo personalmente, siendo lo conveniente centrarse en
cómo ayudar a la persona.
Finalmente,
ante todo debemos ser honestos acerca de cómo nos sentimos y
descubriremos que es más fácil comunicarnos con la persona de lo
que pensamos. No olvidemos que las personas con cáncer tenemos días
buenos y malos, tanto emocional como físicamente. Por ello hay que
guardar nuestra relación con ellos de la forma más normal posible.
En estos momentos se necesita mayor paciencia, comprensión, apoyo y
compasión.
Aprobecho
esta oportunidad para agradecer a mi compañera del camino por su
apoyo,su amor incondicional y su pasiencia, de cuyo fruto ha salido
esta serie de recomendaciones.
Patricio Varsariah.