Cuando abrí este WEB lo hice fundamentalmente con dos objetivos: utilizarlo como una especie de terapia que me permitiera verbal izar de forma ordenada lo que me estaba pasando e informar de primera mano sobre mi enfermedad. Lo cierto es que, al escribir la primera entrada, pensaba que poca gente me iba a leer. Aunque pueda sonar un poco extraño, me daba un poco igual, porque lo que yo quería era utilizar el weblog para poner en palabras lo que me estaba pasando

Mi intención no ha sido nunca contar mi vida, sino explicar qué pasa por mi mente y por mi cuerpo durante estos intensos meses. Espero y tengo fe que una vez cerrado el ciclo, no me parece necesario ni conveniente contar qué hago ,solamente seguir con la Buena Vida que no es vivir sin dar golpe ni tener mucho dinero. es “la suma de actitudes con las que decidimos vivir la y entregarnos a ella; es, en consecuencia, el resultado del cultivo de las actitudes positivas que podemos elegir en un ejercicio voluntario y de consciencia y, por ende, es la acción que se desprende natural y coherente mente de ellas.

Yo tengo la costumbre (buena o mala no lo se) de preguntar a mis amigos o conocidos si se consideran personas con buena o con mala suerte, curiosamente, entre la amplia mayoría que se declaran personas con buena suerte ha habido circunstancias difíciles, llenas de momentos penosos; son, sin embargo, personas que consideran que esas arduas experiencias les han servido para aprender, para relativizar, para soltar, y, lejos de resignarse, decidieron asumir la experiencia vivida como un activo que les permitió cambiar y, por extraño que pueda parecer, por ello están agradecidos. y es exactamente lo que yo creo!

He dicho ya muchas veces en esta WEB, que me considero, a pesar de todo, una persona afortunada. Lo soy. Soy afortunado porque me encontraron el tumor a tiempo, porque tengo la fortaleza física y mental para sobreponerme a lo que me ha venido, porque me siento respaldado por muchísima gente que me quiere y que me lo demuestra, porque trabajo y por tantas otras cosas que pasarme el día lamentándome porque me haya tocado la lotería inversa sería una pérdida absurda de tiempo y de energía.

Evidentemente, debo escribir algo que he hecho muchísimas veces a través de este medio, y de lo que no me cansaré nunca: dar las gracias. No tengo palabras –yo, que hablo tanto- para agradecer a todos los que me han animado, sostenido, ayudado, alegrado, emocionado, confortado… Como no me perdonaría olvidarme de nadie, me gustaría dar las gracias de forma global, antes que nada, a mi familia, a mis amigos, a los que ya conocía antes y a los que he ido haciendo en el blog; a mis compañeros de trabajo; y a todos los que me han hecho sentirme orgulloso y que han dado sentido al trabajo que he estoy haciendo durante meses.

Me despido con unas palabras que no son mías, sino de una de mis canciones favoritas, y que resumen en muy pocas líneas muchas cosas que siento y que yo no podría decir mejor:
Y en el futuro espero, compañeros, hermanos,
ser un buen tipo y no traicionaros.
Que el vértigo pase y que en vuestras ventanas
luzca el sol cada mañana.
Pero basta de lamentos,
brindemos, es el momento,
que estamos todos y no falta casi nadie,
que hay que apurar la noche que acaba de empezar.

Finalmente les quiero dedicar sólo una estrofa: “Nunca te entregues ni te apartes / junto al camino nunca digas / no puedo más y aquí me quedo”.

Un beso muy fuerte para todos

Gracias y que la vida les sonría.